El gigante inmobiliario China Evergrande, que se enfrenta a la reestructuración tras las medidas de Pekín contra el endeudamiento excesivo y la especulación en este sector, se comprometió a pagar su deuda este año.
En un correo electrónico visto por AFP, el presidente Hui Ka Yan dijo al personal que “2023 es un año clave para Evergrande para cumplir con su responsabilidad corporativa y hacer todo lo posible para garantizar la entrega de los proyectos de construcción”.
“Mientras todos en Evergrande se unan, nunca se rindan y trabajen duro (...) sin duda seremos capaces de completar las tareas de garantizar las entregas, pagar todo tipo de deudas y resolver los riesgos”, escribió Hui.
El año pasado, la empresa reanudó los trabajos en 732 obras y entregó 301,000 unidades residenciales a compradores de viviendas, según el mensaje.
Los empleados “soportaron un enorme estrés físico y mental, y superaron innumerables dificultades para hacer realidad lo imposible”, escribió Hui.
Evergrande se está deshaciendo de activos en los últimos meses y ha participado en conversaciones de reestructuración tras acumular unos US$ 300,000 millones en pasivos.
La empresa es el símbolo de la crisis del sector inmobiliario en China, que representa alrededor de una cuarta parte del producto interior bruto del país.