La fabricante brasileña de aeronaves Embraer acusó a Boeing de rescindir “indebidamente” el acuerdo para crear dos “joint venture” (negocios conjuntos) y de crear “falsas alegaciones” con el fin de intentar evitar sus compromisos para cerrar la transacción, que prevé el pago de US$ 4,200 millones.
“La empresa buscará todas las medidas posibles contra Boeing por los daños sufridos como resultado de la cancelación indebida y de la violación” del acuerdo, señala Embraer en un duro comunicado.
El acuerdo entre Boeing y Embraer incluía la creación de dos “joint venture”, uno de aviación comercial y otro de desarrollo de mercados para el carguero militar C-390.
Pero, en un comunicado, Boeing indicó hoy que “ejerció sus derechos” a rescindir el acuerdo porque Embraer “no cumplió las condiciones necesarias” dentro de un plazo límite que venció el viernes 25, pese a que la colaboración había recibido “aprobación incondicional” de todos los reguladores implicados excepto la Comisión Europea.
No obstante, la brasileña respondió horas después y señaló en una nota que Boeing adoptó un modo “sistemático de atraso y violaciones repetidas” al acuerdo, “debido a la falta de voluntad en concluir la transacción, su condición financiera, al 737 MAX y otros problemas comerciales y de reputación”.
“Embraer cree que está en total conformidad con sus condiciones previstas” en el acuerdo y que “cumplió todas las condiciones necesarias previstas hasta el 24 de abril del 2020”, agrega el comunicado.
A través de un “acuerdo maestro de transacción” anunciado en el 2018, las empresas planeaban crear una ‘joint venture’ en la que Embraer, el tercer mayor fabricante de aviones del mundo, le vendía el 80% de su división de aviones comerciales por US$ 4,200 millones a Boeing, que hubiera controlado la nueva sociedad.
La decisión anunciada este sábado también deja en el aire una segunda ‘joint venture’ para “desarrollar nuevos mercados” para el carguero militar C-390 Millenium, pero según la nota de Boeing ambas firmas mantendrán una “asociación” que firmaron en el 2012 y ampliaron en el 2016 para “comercializar y apoyar conjuntamente” ese modelo.