Dulce Cushuro es el nombre del emprendimiento ancashino que busca contribuir a la lucha contra la anemia en el país. Sus productos son a base del cushuro, un tipo de alga esférica que crece en las profundidades de los lagos y charcos de los Andes.
Este alimento es poco conocido para la mayoría de peruanos, pero sus propiedades antioxidantes y nutricionales han cobrado cierta relevancia en los últimos años, sobre todo a raíz de la pandemia de COVID-19; ya que contiene calcio, sodio, hierro y potasio, además de las vitaminas B1, B2, B5 y B8 que refuerzan el sistema inmunológico y optimizan el funcionamiento del sistema óseo, nervioso, cardiovascular y digestivo.
Justamente estos beneficios son los que llevaron a Cinthia Bernuy, fundadora de la empresa, a plasmar un modelo de negocio sostenible a partir del cushuro.
La elaboración del producto inicia con el traslado de las materias primas (cushuro y frutas) al taller, ubicado en Áncash, en donde se transforman los ingredientes en pulpa, para luego mezclarse y obtener finalmente la mermelada como producto final, al que se le puede añadir fresa, aguaymanto o mango.
Luego de esto, se procede al envasado y etiquetado para poder ser distribuido a los distintos puntos de venta como bodegas, ferias y clientes directos que realizan los pedidos correspondientes.
Hoy en día, la marca ya cuenta con una importante presencia nacional, siendo Lima, Ica, Cusco y Tacna de las regiones más fuertes respecto a ventas.
La empresa no descarta expandirse a un mercado internacional una vez que se consolide como marca en todo el Perú. Además, también apunta a ampliar su portafolio de productos,
“Ya estamos trabajado para sacar nuevos productos, pero por ahora necesitamos que la gente conozca más Dulce Cushuro y que nuestro producto pueda llegar a mas hogares y así también apoyar a la lucha contra la desnutrición y el consumo saludable”, señala Bernuy.
Cómo nació
Este emprendimiento nació en el 2018 a raíz del proyecto de tesis de Cinthia Bernuy, una joven ancashina que ante su afán de explorar alimentos alternativos para poder combatir la desnutrición en su región, encontró en el cushuro un gran potencial que no había sido explotado aún.
Entonces, empezó a hacer indagaciones y estudios acerca de este alimento y es así como llega al programa “Dreams building” (Construyendo sueños), organizado por el ICPNA y la Embajada de Estados Unidos, en donde la joven pudo desarrollar su idea y materializarla en Dulce Cushuro.
“Realicé encuestas en donde el 80% de los huaracinos decían que no les gustaba (cushuro) o que no lo habían consumido siendo propio de Áncash y teniendo algo tan valioso como el valor nutricional. Es así que decidí entrar a este programa en donde pude mostrar mi proyecto y además, dar a conocer las problemáticas de desnutrición en mi región”, agrega Bernuy.
De esta manera, la joven pudo despegar con su emprendimiento y ha ido trabajando en la consolidación de su marca, recibiendo diversos reconocimientos por instituciones como el Ministerio de la Producción y la Cámara de Comercio de Áncash.
Impacto de la pandemia
Como se sabe, el COVID-19 golpeó duramente a los emprendimientos, tanto a las grandes empresas como a las mypes, todas sufrieron los estragos del confinamiento a raíz de la pandemia y muchas tuvieron que cerrar debido a que no aguantaron la presión económica.
Para Dulce Cushuro la principal dificultad fue el desabastecimiento de insumos, envases y materias primas. Las fuertes restricciones en la movilidad de medios de transportes de todo tipo afectó el traslado de mercancías, así como el envió y reparto de los productos.
No obstante, la pandemia también impulsó el consumo de productos saludables con el fin de prevenir el virus. Esto fue aprovechado por la empresa ancashina para poder introducir en distintos puntos de venta las mermeladas a base de cushuro y poder llegar a más personas.
Este alimento, originario de los andes, posee entre 35% y 42% de proteínas, grasas y minerales como el fósforo, calcio, hierro, potasio y sodio; propiedades que contribuyen al fortalecimiento de los huesos, ayudan a la coagulación de la sangre y al buen funcionamiento del corazón, nervios y músculos.
Además, contiene el doble de proteína que la quinua y la kiwicha, más calcio que la leche y más hierro que el pescado.