Los venezolanos, en cuarentena por el coronavirus, como la mayoría del mundo, están acostumbrados a la escasez después de siete años de crisis económica.
Los venezolanos, en cuarentena por el coronavirus, como la mayoría del mundo, están acostumbrados a la escasez después de siete años de crisis económica.

En una Venezuela sancionada y devastada por la crisis, una compañía poco conocida dirigida por exejecutivos de Gazprom PJSC, con sede en Moscú, está asumiendo un desproporcionado papel frente al controvertido líder Nicolás Maduro en momentos en que muchos de sus principales socios extranjeros en campos petroleros echan pie atrás o se retiran.