Giovani Alarcón
Una montaña rusa. Tan solo el año pasado, Carnaval, que nació en 2017, se metió entre los 13 mejores bares del mundo, según el ranking The World’s 50 Best Bars.
Sin embargo, hoy parecen ya lejanos aquellos logros. Los cerca de tres meses de cierre del local durante la cuarentena han hecho que tenga que buscar otro objetivo para este 2020: sobrevivir.
Para ello tuvieron que adecuarse y cambiar la estructura de la empresa. Dado que siempre brindó experiencias más allá de solo un cóctel, el reto era complejo. Hace dos semanas comenzaron con los primeros ensayos.
Un nuevo inicio
“No estamos acostumbrados, nunca tuvimos nada para llevar”, cuenta el creador de Carnaval, Aarón Díaz, a Gestión.
La propuesta cambió y, si bien la carta original tenía 25 cócteles conceptuales, ahora ofrecerán 17.
En el caso de la comida, que siempre tuvieron un componente de licor dentro de los ingredientes, contarán con seis platos. Esta categoría siempre representó un 25% de la venta, pero ahora le darán más peso. “Es imposible sobrevivir solo vendiendo cócteles, pero esto nos permite mantenernos a flote”, explicó.
Pese a que han tenido que invertir cerca de S/ 25,000 para adecuarse a las reglas de juego actuales –con EPP, procesos y capacitaciones-, estiman sacrificar márgenes sin perder la calidad.
“No te puedo cobrar por el mismo cóctel, que ahora te lo llevo a tu casa, lo mismo que en el bar”, sostiene Díaz, quien afirma que aplicarán una reducción del 30% en los precios en esta primera etapa.
Experiencias
Dado que su insignia es brindar experiencias, la oferta ha girado en torno a cócteles con los que se pueda interactuar.
Así, propondrán mezclas que cambien de color y que tengan un componente lúdico. Más allá del sabor, buscarán que también genere emociones. Para ello, contarán con tres formatos: el cóctel en botella de 750 ml, semisecos y con hielo; la versión ‘ready to drink’ y los cócteles empacados al vacío en bolsas con perfil semiseco y semidulce.
Cada bebida tendrá un hielo específico que elaboran con un escultor en una planta, lo que desarrollará una decoración adicional.
“Por ejemplo, tenemos un cóctel que viene con un algodón que también sabe a queso parmesano. Uno va a poder ir entendiendo estos elementos y va a ir aprendiendo y divirtiéndose”, afirmó.
Después de la pandemia
Cuando pase la tormenta del covid-19, Carnaval se transformará y pasará a ser un bistró por las mañanas y un bar por las noches. El apoyo de las marcas con las que trabajan, señala Díaz, será fundamental.
En cuanto a los canales de venta, trabajarán con la plataforma Mesa 24/7 y, además, crearán un propio e-commerce a través de una web interactiva, prevista a lanzarse dentro de unos meses.
Por el lado del canal horeca, impulsarán las ventas de hielo trabajado a mano con distintos sabores. Estos se venderán por unidad y por peso, además de pisco y cerveza propios.
De otro lado, para el reparto delivery, subrayó el también chef, dispondrán de una pequeña flota con sus propios trabajadores.
- Nuevas metas para el presente año -
Impacto. Aarón Díaz reconoció que será imposible recuperar los meses perdidos, pues se trata de montos significativos para el negocio. “Nosotros vivimos del turismo, de la gente que nos visita. Este año la meta es sobrevivir, no perder plata y traer al equipo completo de vuelta”, indica. Asimismo, espera que el negocio cuente con una demanda grande tras el reinicio de la operación, apoyándose en la marca, la cual –asegura- es bien querida.