Al transporte nacional e internacional de pasajeros, de paquetería y de personal en empresas (donde atienen a la gran minería e industria), Cruz del Sur podría sumar un negocio más: el transporte urbano en Lima Metropolitana.
Luis Ramírez, gerente general de Cruz del Sur, anunció su interés de participar en la próxima licitación para brindar este servicio (que está programado para el último trimestre del 2021), en la medida que no se cancele la participación de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), considerando que uno de los candidatos presidenciales [Pedro Castillo de Perú Libre] criticó su existencia.
“Esperamos que eso no ocurra, desaparecer a la ATU sería una aberración. Lo que importa no son las empresas, sino los más de 2,300 millones de pasajes que operan en la capital en condiciones que no son las más óptimas en temas de seguridad, calidad y eficiencia. Esto no es lo que el público necesita, ni merece”, enfatiza.
Entre tanto, espera que se vaya normalizando el tránsito interno y urbano también, los cuales están afectados por la pandemia. “Ya estamos trabajando intensamente y desde buen tiempo atrás en todo el tema de tecnología con ‘partners’ internacionales y viendo el financiamiento, solo que se retrasó por el COVID-19. Lo que hay que tener son las competencias para concurrir a una licitación y competir para ganar una participación en este mercado”, detalla.
¿Por qué el interés?
Ramírez comenta que este es un ingreso natural, puesto que compañías del mismo rubro a nivel internacional también están presentes en el ámbito urbano masivo.
Señala que la predominante informalidad en el ámbito urbano, al igual que en el transporte interprovincial, ha hecho imposible que las empresas formales, como su representada, compitan. Sin embargo, ahora, las condiciones sí lo permiten porque la ATU reúne y consolida las competencias para poder licitar contratos (concesiones a 10 o 12 años), respetando condiciones que hacen propicio que recién podamos operar en el sector urbano masivo, dice.
Enfatiza que fundaciones como Transitemos y otras instituciones han impulsado la reforma del transporte de pasajeros.
Además, adelantó que desde el punto de vista de certificaciones ya están preparados, puesto que han vuelto a ser recertificados con el ISO 39001 vinculado a la seguridad vial, implementada desde hace cinco años por Cruz del Sur.
Del mismo modo, han vuelto a certificar a los estándares de calidad ISO 9001 y al europeo UNE 13816 para servicios públicos de transporte, dirigidos a favorecer el acercamiento de la calidad a la gestión del transporte público de pasajeros, sea cual sea su modalidad, poniendo el énfasis en las necesidades y expectativas de los clientes.
Interés anterior
De otro lado, Ramírez recuerda que el interés de estar presente en el transporte urbano no es reciente, ya que fueron postores en el Metropolitano de Lima al cual calificaron, pero al identificar problemas futuros desistieron y ya no presentaron la propuesta económica.
“Hoy el marco político legal es otro y esperamos se mantenga para ser protagonistas, ya que es una actividad natural a nuestro perfil de operadores de transporte porque nuestro concepto es movilidad. Si mañana más tarde existe un sistema para incluir las micromovilidad (bicicletas) dentro de nuestro alcance también participaríamos”, dice.