La unidad de vehículos autónomos Cruise de General Motors, que ha enfrentado problemas, anunció el lunes que comenzará a probar robotaxis en Arizona esta semana con conductores de seguridad humanos a bordo.
Cruise indicó que durante las pruebas verificará el rendimiento de los vehículos frente a los “rigurosos” requisitos de seguridad y desempeño de coches autónomos de la compañía.
Las pruebas comenzarán en Phoenix y se expandirán gradualmente a Scottsdale, Tempe, Mesa, Gilbert, Chandler y Paradise Valley, dijo la empresa. Los vehículos operarán en modo autónomo, pero los conductores humanos estarán listos para tomar el control si es necesario, mientras la compañía avanza hacia la reanudación de las operaciones sin conductor.
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Los conductores humanos son importantes en la prueba del rendimiento de los vehículos “y la mejora continua de nuestra tecnología”, afirmó Cruise.
Cruise suspendió operaciones en octubre, cuando uno de sus vehículos eléctricos autónomos Chevrolet Bolt arrastró a un peatón en San Francisco unos 6 metros (20 pies) hasta la acera a unos 11 kilómetros por hora (7 millas por hora), después de que el peatón fue atropellado por un vehículo conducido por un humano.
Sin embargo, la Comisión de Servicios Públicos de California, que en agosto otorgó a Cruise un permiso para operar una flota de taxis computarizados las 24 horas del día en todo San Francisco, alegó que Cruise encubrió detalles del accidente por más de dos semanas.
El incidente resultó en la suspensión de la licencia de Cruise para operar su flota autónoma en California por parte de los reguladores y desencadenó una purga de su liderazgo, además del despido de un cuarto de su fuerza laboral, mientras GM recortaba sus ambiciones una vez elevadas en tecnología de conducción autónoma.
Un nuevo equipo de gestión que General Motors instaló en Cruise tras el incidente de octubre reconoció que la compañía no informó completamente a los reguladores.
Phil Koopman, profesor en la Universidad Carnegie Mellon que estudia la seguridad de los vehículos autónomos, dijo que Phoenix es una buena elección para que Cruise reinicie sus operaciones, en parte porque enfrenta regulaciones menos estrictas que las que tenía en San Francisco.
La zona de Phoenix también cuenta con calles más amplias en lugar de las estrechas como en San Francisco, y tiene menos tráfico y menos vehículos de emergencia, lo que causaba problemas para Cruise en San Francisco, dijo.“Es bueno para ellos ser conservadores”, comentó Koopman. “Es una movida inteligente”.