(Foto: GEC)
(Foto: GEC)

Los casos de coronavirus en Perú continúan avanzando. . Incluso el nuevo ministro de Salud, Víctor Zamora –durante una entrevista con RPP Noticias– dijo que ‘tarde o temprano todos vamos a terminar infectados de Covid-19’. ¿Se esperaría un panorama trágico en el futuro?

Graciela Morales, líder de Asuntos Científicos y Médicos para Mercados Emergentes de la división de vacunas de , explicó aque probablemente el Covid-19 no va a desaparecer por lo que vamos aprender a convivir con esta enfermedad.

“El mundo tuvo dos epidemias previas con otros dos tipos de coronavirus: el SARS y el MERS que no han desaparecido y todavía viven entre nosotros, pero no tienen el nivel de transmisión tan acelerado como el nuevo coronavirus. He ahí la gran diferencia de por qué esta enfermedad se transformó en una pandemia tan rápido”, acotó.

“¿Qué va a pasar en el futuro? probablemente este virus no va a desaparecer (y por el contrario) vamos a aprender a convivir con él y a manejarlo de forma controlada”, agregó. Ello tomando en cuenta que entre el 70% y 80% de la población que contrae este mal es asintomática (no tiene síntomas) lo que genera que los grupos de edad más joven se afecten menos, mientras que los mayores de 75 años sean lo más vulnerables.

Al virus no lo podemos desaparecer definitivamente –subrayó la especialista– ya que llegó y mutó de su huésped inicial, que era un animal, para aprender a interactuar con el ser humano y ahora vamos a adaptarnos –a través de los años– a un coronavirus nuevo que ha entrado circular en la población, pero para lo cual vamos a tener herramientas terapéuticas”, especificó.

En ese sentido, comentó que se debe luchar en dos frentes: la identificación de los enfermos (incluso los asintomáticos) para que estos guarden 14 días de cuarentena a fin de evitar una mayor propagación y en el tratamiento de los casos más graves.

-La vacuna preventiva-

la que estaría lista –en el mejor de los escenarios– hacia el 2021.

“La vacuna debería estar lista, si todo marcha bien y con el rápido avance que esto está teniendo y los programas clínicos avanzando prácticamente a partir de finales de abril, en el 2021”, anotó Morales. La vacuna preventiva denominada BNT162 se trabaja a partir del ARNm, que es un componente genético que ya se estaba estudiando para la prevención de la influenza y que tiene un rol clave en el desarrollo de proteínas.

“Es una vacuna que puede entrar en proceso de manufactura muy rápido. Asimismo, tiene flexibilidad para inmediatamente generar adaptaciones contra virus estacionales o cepas”, indicó. Se espera que sea sometida a pruebas clínicas a fines de abril.

“La elaboración de una vacuna puede tomar hasta tres años, pero en este momento hay una urgencia por atacar este problema. De tal forma que si el programa progresa bien, esperamos tenerlo disponible en menos de dos años aunque dependerá de cómo vayan evolucionando los programas clínicos”, aclaró.

Además de la vacuna preventiva, viene trabajando en soluciones terapéuticas para el tratamiento de los pacientes más graves.

“Lo primero que hicimos fue entender que es un nuevo tipo de coronavirus y al entenderlo genéticamente pudimos hacer un análisis muy valioso. En ese sentido, se ha encontrando una serie de componentes y con ello buscamos tener en el corto plazo tratamientos probados y disponibles, que pueden ser una solución para los pacientes en estado crítico”, añadió.

El objetivo es lograr compuestos antivirales que puedan ser eficazmente usados para el tratamiento de la enfermedad.

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