Uno de los sectores claves de la construcción se habría mantenido en registro negativo todo el año pasado. De acuerdo con cifras del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), entre enero y octubre cayó 9.3%. En tanto, la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) proyecta que el sector habría experimentado un nuevo descenso en el mes de noviembre (-7.1%).
Esta proyección está en línea con lo que adelantó el INEI: en noviembre, el consumo interno de cemento se redujo en 8.37%, respecto a similar mes del 2022, “como resultado del menor dinamismo de las obras privadas y de autoconstrucción”.
Bajo este panorama, ¿qué esperan las principales empresas del sector en cuanto a inversiones?
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Inversiones se mantienen
En su última presentación de estados financieros, la peruana Unacem proyectó que esperan superar los S/600 millones (en Capex total) para este año. “Estará principalmente destinado a la sustentabilidad de nuestras plantas de cemento. Por el retraso de permisos en Perú, también se han retrasado algunas inversiones importantes que deberían iniciarse el próximo año”, mencionó Álvaro Morales, CFO de Unacem, durante su reporte.
Además, el ejecutivo también aseguró que se enfocarán en la ampliación de la capacidad de embalaje y despacho. En tanto, destinarán esfuerzos para mejoras operativas como los sistemas de desempolvado de enfriadores y mejoras de hornos.
Por su parte, Cementos Pacasmayo aseguró que se han enfocado en eficiencias para estar preparados para la recuperación de la demanda. “Hemos invertido US$ 80 millones en la optimización del cuarto horno en la planta Pacasmayo, el cual nos permite ser más ecoeficientes, porque producimos nuestro propio clinker. Eso nos permite utilizar menos materia prima de carbono y energía”, señaló la compañía.
Con respecto a la Cementera Yura, la compañía afirmó a este medio que se encuentran evaluando un proyecto de expansión de su planta. Se trata de una línea adicional que duplique la capacidad. “Este año hemos demorado (el proyecto). Lo estamos afinando porque en el largo plazo sí sentimos que la planta va a tener que crecer para poder generar un mayor desarrollo y acompañar el auge de la región” , dijo.
En detalle, la nueva línea demandará una inversión de US$ 500 millones y tomaría cuatro años. “Será con recursos del Grupo Gloria, que hace una apuesta importante por el país y la región. Sin embargo, siempre estamos abiertos a tener socios en los emprendimientos”, sostuvo Diaz.
¿Qué esperan para el próximo año?
Eduardo Sánchez, gerente general de Unacem Perú, comentó que el mercado de cementero es cíclico y se debe analizar sobre un horizonte de mediano o largo plazo. “Luego de dos años de crecimiento en 2021 y 2022, podemos resumir que el 2023 ha sido un año desafiante por la estabilización de los despachos en el mercado”, señaló.
En línea con el mismo sector, Carlos Julio Pomarino, vicepresidente de Negocio de Cementos Pacasmayo, aseguró que es evidente una desaceleración del mercado, pero si se compara con los niveles prepandemia, aún mantienen niveles altos. “Específicamente en el norte, se presentó una menor demanda en el segmento de autoconstrucción y un estancamiento en la inversión pública”, indicó.
Sánchez, de Unacem, espera que este año se registre un escenario similar al presente, con un ligero incremento en volúmenes, alineados al crecimiento del PBI de la construcción en el Perú. Sin embargo, el representante de Cementos Pacasmayo señaló que existirán factores que complicarán la predicción en la balanza, como el impacto del fenómeno de El Niño. “La situación de la industria cementera para el próximo año dependerá en gran medida de la intensidad de dicho fenómeno”, anotó.
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Licenciado en Comunicación de la Universidad de Lima, con especialidad de periodismo y comunicación corporativa. Actualmente redacto en la sección negocios del Diario Gestión.