(Foto: GEC)
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El COVID-19 no solo ha cambiado las costumbres de los peruanos respecto al uso de implementos de bioseguridad para evitar el contagio, sino también viene cambiando sus hábitos de consumo. Prueba de ello se observa en un producto que está dejando de ser característico de Navidad y fin de año: el chocolate para taza cuyo consumo aumentó a cuatro veces por semana en los últimos meses, producto del confinamiento social.