Cementos Inka enfocará su crecimiento para los próximos dos años hacia el sur del país, con la apertura en el 2018 de su planta de US$ 30 millones en Pisco (Ica), proyecto que anunció hace dos años (Gestión 11.05.2015).La empresa tuvo que retrasar sus iniciativas de inversión del 2016 por la coyuntura económica y política, por lo que comenzará en este tercer trimestre la construcción de la planta, explicó su gerente general, Carlos Choy.Con ello, dijo, podrá duplicar su producción a un millón de toneladas de cemento.

DiversificaciónPara este año, Cementos Inka colocará en su fábrica de Cajamarquilla (Lima) dos plantas para producir morteros secos y pegamentos, así como ladrillos y productos prefabricados de concreto, entrando a nuevas líneas de producción. Estas plantas se replicarán en el sur en el próximo año y luego en el norte.

"La reconstrucción del norte se realizará gradualmente, y tomaría buena parte del segundo semestre también, por lo que el sector construcción podría caer alrededor de 8% este año. Sin embargo, como empresa, queremos crecer al menos un dígito", señaló Carlos Choy.

Así, detalló, los nuevos productos estarán dirigidos principalmente al sector autoconstrucción y usarán también la marca Inka."En el 2018 las inversiones que vienen para minería, sector industrial y autoconstrucción va a aumentar la demanda y reactivar el consumo de cemento", anotó el ejecutivo.

Al norteLa cementera también desea echar a andar sus planes para el norte, sin embargo, dependerá del crecimiento de la demanda, manifestó Choy.

La empresa, que cumple 10 años operando, tiene más de 40 hectáreas en el norte, donde podría levantar una fábrica que le permita triplicar su capacidad actual de producción de cemento.

"Definiremos los trabajos para esta parte del país recién en el 2018", señaló el ejecutivo.

Cementos Inka también traerá cuatro plantas móviles para concreto, de las cuales dos llegarán este año y el resto en el 2018, para las obras de las que participan.