Avianca
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postergó los pagos de capital de algunos préstamos mientras negocia con los acreedores para "reperfilar" sus obligaciones, según su director financiero, Adrian Neuhauser.

La aerolínea con sede en Bogotá decidió a fines de junio aplazar los pagos y ha trabajado con docenas de acreedores para lograr acuerdos de statu quo, de acuerdo con Neuhauser. Esto le daría a la aerolínea una pausa de tres a seis meses, dependiendo del tipo de crédito, agregó.

Las deudas incluyen préstamos bancarios y contratos de arrendamiento de aeronaves y el plan abarcará alrededor de US$ 270 millones en pagos durante los próximos meses. La compañía continúa haciendo pagos de intereses y los tenedores de su bono de US$ 550 millones, que vence en mayo, no se ven afectados, aclaró.

"Nos hemos reunido con más de 60 acreedores, elaboramos un nuevo plan y les mostramos por qué eso genera una ganancia y una recuperación muy rápida y les explicamos por qué los necesitamos para aceptar estos default que hemos implementado", comentó Neuhauser en una entrevista telefónica. "Hemos tenido conversaciones muy positivas con los acreedores y estamos viendo un fuerte apoyo".

El objetivo de los acuerdos es dar un respiro a la aerolínea mientras su nuevo equipo de gestión implementa un plan de recuperación centrado en reducir la deuda cortando rutas, postergando pedidos de nuevos aviones y vendiendo activos no esenciales.

Las acciones y los bonos de Avianca han repuntado en las últimas semanas puesto que los inversionistas se sienten más confiados en el futuro de la aerolínea y la compañía establece vínculos más sólidos con

Neuhauser describió la estrategia como una vuelta a lo básico, con foco en utilizar Bogotá como eje de actividades. La compañía contrató a Seabury Consulting, que se especializa en recuperaciones de líneas aéreas, para que ayude a elaborar el plan.

Las acciones han repuntado más de 35% en los últimos dos meses y han registrado el mejor desempeño en el índice bursátil de referencia. Avianca se recupera de contratiempos como una huelga de pilotos, la abrupta salida de su presidente ejecutivo y la destitución de su presidente y propietario Germán Efromovich, cuya compañía había incumplido el pago de un préstamo a United Airlines.

El lunes, la compañía informó que ofrecerá sustituir los US$ 550 millones de deuda con vencimiento en mayo por nuevos bonos garantizados. La nueva deuda se convertiría automáticamente en títulos con un cupón de 9% y vencimiento en el 2023 una vez concluya el proceso de reperfilación y se cierren inversiones de United y Kingsland, según un comunicado al regulador. La empresa no anticipa que el intercambio se concrete antes de setiembre.

Redibujar el mapa
Tras la destitución de Efromovich, United traspasó la mayoría de los derechos de voto al segundo mayor accionista, Kingsland Holdings. Kingsland nombró una nueva junta directiva y designó presidente a Roberto Kriete, quien convirtió a TACA Airlines en una de las aerolíneas más grandes de Centroamérica antes de fusionarla con Avianca.

United tiene prohibido tomar el control absoluto.

A Neuhauser, exejecutivo de Credit Suisse, se unió este mes el nuevo presidente ejecutivo Anko van der Werff, quien tiene dos décadas de experiencia en aerolíneas y hasta hace poco fue director de ingresos del Grupo Aeroméxico.

En virtud de su plan de recuperación, la compañía planea reducir el apalancamiento a 4.5 veces el Ebitda frente a las más de 6 actuales. La aerolínea debe un total cercano a US$ 5,000 millones, con unos US$ 1,000 millones en préstamos y bonos que expiran en el 2019 y 2020.

Esto incluye un bono de US$ 550 millones con vencimiento en mayo, según comunicados de la compañía. Entre las instituciones financieras figuran Barclays, BNP Paribas, Citibank, JPMorgan e ING Capital, con algunos préstamos garantizados por agencias europeas de crédito para exportaciones.

"El objetivo clave es eliminar costos, eliminar aviones, eliminar vuelos sin reducir nuestro servicio, nuestra cobertura, nuestros destinos", explicó Neuhauser. "Se trata de volver a dibujar el mapa y asegurarnos de hacerlo de una manera más eficiente".

Mercados de deuda
United y Kingsland prometieron una línea de crédito de US$ 250 millones, que según Neuhauser debería estar disponible luego de que se alcancen acuerdos con los acreedores. Mientras tanto, la compañía contrató a Seabury Capital Group, que es independiente de Seabury Consulting, para reorganizar su estructura de deuda y mejorar la liquidez.

La participación de United en los cambios recientes ayudó a calmar a los inversionistas, indicó Siddharth Narkhede, analista de crédito de Ishka, consultora sobre aviación con sede en Londres.

Neuhauser dijo que la compañía aún prevé un retorno a los mercados de deuda mundiales pese a las rebajas de Fitch Ratings y S&P Global Ratings, que hundieron su calificación crediticia aún más en territorio basura debido a riesgos de refinanciamiento y altos índices de apalancamiento.

A nivel mundial, empresas han vendido alrededor de US$ 39,000 millones de deuda en el nivel B de Fitch Ratings este año, según datos compilados por Bloomberg. El competidor con mejor calificación de Avianca, Latam Airlines, la aerolínea más grande de la región, vendió el jueves US$ 200 millones en bonos denominados en dólares.