La pandemia produjo diversos cambios e implementaciones en las empresas que operan dentro del Perú. Para resistir el vendaval, el sector tuvo que adaptarse a la denominada nueva normalidad y derribar paradigmas para continuar manteniéndose. La compañía Amrop Perú, en su reporte “Conversaciones con Amrop” logró entrevistar a 60 CEO de las empresas más importantes que hay en el país, a fin de conocer las conclusiones y lecciones aprendidas durante tal escenario.
En la primera parte del informe, se pudo conocer la situación en la que se encontraban las compañías antes de la llegada de la pandemia y los cambios obligados y dispuestos por el sector empresarial. Así, debido a la crisis política por la cual atravesaba el país, sumado a un desenvolvimiento tibio de la economía, los CEO recibieron la emergencia sanitaria, lo cual tuvo efectos en el consumidor, cadena de suministros, formas de operar y gestionar.
Del mismo modo, el empresariado señaló que su imagen tenía cierto desprestigio debido a los actos de ciertos líderes empresariales. En tal sentido, los ejecutivos reconocieron el daño que la corrupción generó. Reconocieron que deberían tener una actitud más solidaria, así como aparecer más en el radar protagónico.
La segunda parte del informe expone las perspectivas y estimaciones que tienen los CEO sobre el futuro y las oportunidades latentes en el mercado. Consideran que la caída del poder adquisitivo continuará por un buen tiempo, entre uno a tres años para recuperar el nivel anterior a la crisis sanitaria. Inciden que los sectores dependientes de la demanda interna, deberán diversificar sus ingresos, abriéndose a nuevos mercados y servicios para buscar capacidades no exploradas.
Los empresarios vaticinan que la mayor parte de personas que la empatía será una de las habilidades blandas más requeridas para aquellas personas que aspiren a posiciones de liderazgo. También que se ha destruido el paradigma sobre el teletrabajo, el cual también genera producción.
Para algunos CEO, la Confiep debería tener un cambio significativo y debería ser manejada por profesionales contratados por los agremiados, pero independientes de estos. En último lugar proponen cuatro estrategias para afrontar nuevos retos: revisión de escenarios, atención a grupos de interés, revisar nuevas tendencias y apostar por la tecnología.
En la tercera parte del reporte, Amrop Perú compartió una serie de conclusiones de las entrevistas con los sesenta líderes empresariales.
Conclusiones
El informe señala que la sostenibilidad y estabilidad jurídica del futuro depende de la educación, la principal clave y eslabón de cualquier círculo virtuoso anclado en el desarrollo económico y social, junto a la nutrición y servicios de la salud. “Las autoridades no siempre son tan buenas o malas como los ciudadanos que las eligen, pero sin duda son tan malas como el sistema de representación al que se deben”, se lee.
Añade que, si bien la inversión del Estado peruano ha ido en aumento respecto del PBI, en todos los sectores, todavía es insuficiente. En tanto, la ejecución del gasto también es ineficaz debido, entre otras cosas, al déficit de funcionarios con una buena capacidad de gestión.
Otra tarea importante que consideran primordial los empresarios, es mejorar la relación con el Estado y ciudadanos. Con ello se busca impulsar mecanismos y políticas que fomenten la formalización de más personas. En este aspecto es clave la inclusión financiera.
Estiman que las iniciativas del sector privado han sido exitosas, pero no han sido correctamente articuladas entre sí ni con el Plan Nacional de Educación. Ello provoca que las brechas de desigualdad se agraven. La emergencia de la pandemia ha recordado que todas las personas son iguales a escala global y ello lleva a fomentar “la madurez de nuestra forma de pensar”.
Con estas conclusiones, invitan a la reflexión y a la acción del empresario, a estar más comprometidos e integrados con la sociedad que lo acoge y da sentido.
Además, invitan al análisis si deben cambiar su resistencia de involucrarse en política, así como empezar a invertir en Think Tanks y en proteger y colaborar con la evolución del modelo económico que les ha permitido dos décadas de bonanza, que, sin ajustes, se están agotando.
TESTIMONIO DE CEO