Están surgiendo señales de advertencia para las acciones estadounidenses respecto de que el alto gasto fiscal, que sustentó el crecimiento económico este año, es insostenible, según Michael Wilson de Morgan Stanley.
El estratega —una de las voces más bajistas de Wall Street— dijo que la rebaja de la calificación de la deuda del Gobierno de Estados Unidos que realizó Fitch Ratings la semana pasada y la consiguiente liquidación en el mercado de bonos sugiere que “los inversionistas deberían estar preparados para una posible decepción” sobre el crecimiento económico y de las ganancias.
Wilson reconoció recientemente que su visión pesimista para 2023 ha sido equivocada debido a que las valoraciones de las acciones subieron. “Parte de la razón por la que erramos este año es que el impulso fiscal volvió con fuerza y se mantuvo bastante fuerte en 2023, algo que no tuvimos en cuenta en nuestras previsiones”, escribió en la nota publicada hoy. Estados Unidos rara vez ha visto déficits tan grandes cuando la tasa de desempleo es tan baja, agregó.
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La rebaja de calificación de Fitch reflejó los límites de la política fiscal laxa, mientras que el crecimiento también se ha visto favorecido por una ampliación del déficit presupuestario del Gobierno federal y la legislación propuesta por el presidente Joe Biden para aumentar el gasto en infraestructura, la economía verde y la fabricación de semiconductores.
Si el gasto se restringe debido a mayores costos políticos o de financiamiento, “la baja inconclusa de las ganancias que comenzó el año pasado puede continuar”, lo que ejerce presión sobre el crecimiento de las ventas de las empresas, escribió Wilson.
Las acciones de Estados Unidos han subido casi un 17% este año, a medida que los inversionistas se centraron en la disminución de la inflación y los datos económicos resistentes en lugar de una caída en las ganancias corporativas.
Sin embargo, el S&P 500 se desplomó la semana pasada, mientras que los rendimientos de los bonos aumentaron, ya que Fitch recortó la calificación crediticia de primer nivel del Gobierno en respuesta a la mayor emisión de deuda para hacer frente a un aumento en los déficits presupuestarios.
Si bien los economistas han reducido ampliamente las expectativas de una recesión en Estados Unidos, estrategas como Michael Hartnet de Bank of America Corp han advertido que la posibilidad de una contracción sigue siendo alta a medida que la Reserva Federal endurece las condiciones crediticias.
Los riesgos para las ganancias corporativas también persisten, y el equipo de estrategia de JPMorgan Chase & Co. dice que el deterioro de la actividad económica desafía las proyecciones de los analistas de que una recesión de las ganancias terminaría en el tercer trimestre.