Aeropuertos del Perú (AdP), concesionario de doce aeropuertos regionales, está concentrado en dos acciones claves como son la rehabilitación de pistas de aterrizajes y la ampliación de sus terminales aéreos. Evans Avendaño, su gerente general, recordó a Gestión que para la reparación de las pistas aéreas se tiene previsto una inversión global entre US$ 450 millones a US$ 600 millones. Pero aún hay más y el ejecutivo comenta a Gestión el destino de los próximos desembolsos.
Así, de los casi US$ 600 millones, este año se va a destinar US$ 45 millones en la refacción de pistas del terminal de Piura, y para el 2025 se tiene previsto desembolsar US$ 250 millones para Pucallpa, Pisco e Iquitos. En ese sentido, recordó que el expediente técnico para la reparación de estas últimas ya ha sido entregado a entidades estatales para su aprobación.
Respecto a las ampliaciones, que demandarán más de US$ 2,000 millones en total, el ejecutivo comentó que están en distintas etapas. En el caso del aeropuerto de Chiclayo, por ejemplo, el expediente técnico tiene un avance de 65%, mientras que los expedientes de los aeropuertos de Piura, Cajamarca y Trujillo registran un progreso entre 20% y 40%, respectivamente.
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Rememoró que, tras esta fase, vienen las etapas de licitación y construcción. “La ampliación de Tumbes está en una fase anterior, de elaboración de perfil. Paralelamente acabamos adjudicar a un tercero para la elaboración del perfil de los terminales de Iquitos, Pucallpa y Tarapoto, a la par se está preparando las licitaciones para los otros terminales”, subrayó.
Avendaño acotó que la ampliación de los terminales es de largo aliento. Ante ello, proyectó que la fase de construcción se concretará entre cuatro a cinco años. “Es muy probable que empecemos con los terminales de Chiclayo, Piura, Cajamarca y Trujillo que demandará entre US$ 700 millones a US$ 800 millones. En la medida que se aprueben los expedientes se incluirán a las demás. Posiblemente, en siete años se estará concluyendo los más de US$ 2,000 millones previstos”, manifestó.
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Cabe recordar que la concesión de AdP es cofinanciada, lo que implica que las ampliaciones y reparaciones tienen que pasar por aprobaciones estatales del SNIP o del Invierte.pe lo que generan retrasos.
“Pisco no es un elefante blanco”
Avendaño detalló que el aeropuerto de Pisco está actualmente operativo y funciona como alterno al terminal limeño. No obstante, consideró que la pandemia golpeó duramente a esta terminal, por lo que no ha vuelto a tener el número de visitantes que registraba en 2019. “Uno de sus principales nichos era el mercado asiático, que no ha retornado. Estamos tratando de incentivar, a través de políticas, que retornen los vuelos comerciales”, acotó.
En ese contexto, AdP está en conversaciones con Latam Airlines para que se reanude la ruta Cusco-Pisco. “El aeropuerto de Pisco no es un elefante blanco, por el contrario, está en vías de desarrollo. Es un aeropuerto que genera, además, un costo anual dado que AdP tiene que mantenerla e incluso las aerolíneas lo pueden usar sin costo adicional”, puntualizó.
Claves
- Pasajeros: al primer trimestre de 2024, AdP registra un incremento de 1% en número de pasajeros transportados en sus terminales aéreos de Huaraz, Cajamarca, Chachapoyas, Chiclayo, Iquitos, Pisco, Piura, Pucallpa, Talara, Trujillo, Tumbes y Tarapoto.
- 2023 y 2024: el año pasado transportó a 7.4 millones de pasajeros y para este año se proyecta 7.8 millones de viajeros.