Pese a que ya ha pasado más de un año desde el inicio del proceso de colaboración eficaz entre Aenza (ex Graña y Montero) y la justicia peruana, este aún no culmina debido, principalmente, a la pandemia. Sin embargo, la compañía busca enfrentar el tiempo hasta que el acuerdo se conozca a través de una estrategia de bonos, comenta Luis Díaz Olivero, CEO de Aenza, tras la presentación de los estados financieros al 2020.
¿Cómo cerraron el 2020?
Hemos tenido un desempeño bueno y hemos conseguido sortear las dificultades de la pandemia este año e, incluso, tuvimos mejoras de resultados. Sin embargo, los problemas de la compañía siempre han estado vinculados al tema de su última línea y el plan financiero.
Esta última línea se vio afectada por los ajustes que hemos hecho de la negociación de la reparación civil que, además, es fundamental para que el plan salga adelante.
¿Cuáles son sus prioridades?
La compañía está abocada en dos cosas hoy: que se firme el acuerdo lo antes posible y la colocación del convertible, que es el oxígeno adicional que la compañía requiere para terminar este proceso.
De esto depende la supervivencia de la empresa de 88 años, y plasmar que la compañía pueda pagar la deuda moral a la sociedad en Perú y pueda afrontar la reparación civil.
¿Cómo inició este año?
La compañía arranca sobre la base de una recuperación que venía consolidándose en los últimos meses.
El segundo trimestre fue malo, en el tercero se mostró una recuperación y en el cuarto veníamos mejor.
El primer trimestre (de este año), en general, iba a ser igual o parecido en términos de ventas, pero todavía es difícil leer el nuevo impacto de la cuarentena.
¿Se puede determinar ya cuál camino se seguirá para el plan financiero?
Aquí hay dos eventos claros. Hemos lanzado el bono convertible, que era el único instrumento que podíamos poner en el mercado y que no estaba condicionado al acuerdo. Esto nos da oxígeno para poder firmar dentro del trimestre el acuerdo de colaboración eficaz.
Luego, en función de la definición final del acuerdo, podremos tomar algunas de las alternativas. Lo que buscamos es -una vez firmado el acuerdo- poder emitir deuda en el mercado internacional de largo plazo.
¿Cómo va el proceso del bono convertible?
Lo que hemos hecho es iniciar el proceso para colocar el bono convertible, que no es otra cosa que un puente.
A partir hoy (ayer) se comienza la primera de tres rondas de colocación del convertible. La primera está dedicada a los accionistas de la compañía, que tienen la primera opción.
Hay una segunda ronda que se hace sobre los que suscriben la primera y una tercera que se abre a ciertos inversionistas especiales en el mercado.
¿En qué plazo?
Este proceso toma 45 días y mientras no tengamos esta situación la compañía tiene un riesgo financiero muy fuerte. Lo relevante ahora es que el mercado tenga la claridad, más allá de las expresiones de la procuradora (quien mencionó en una entrevista previa que el acuerdo saldría hacia el primer trimestre y que el monto de reparación civil se conocería pronto), de que hay un monto de reparación civil.
¿Qué se busca con el convertible?
El convertible es un instrumento que busca levantar US$ 90 millones.
Esto permite atender unas deudas y acreencias que están muy cortas en el vencimiento porque lo que ha venido sucediendo con la compañía es que ha venido renovando sus deudas, pero siempre a plazo muy corto.
¿Cuál será el proceso una vez se conozca la reparación civil?
Lo importante es que se sepa cuánto se va a pagar. Hemos venido registrando sobre la base de nuestro conocimiento cuáles son los montos potenciales de la reparación. En 2018 registramos S/ 165 millones porque ahí no había un acuerdo de colaboración eficaz, En 2019, llevamos esa provisión a S/ 280 millones porque ya teníamos un acuerdo preliminar.
Este año lo llevamos a S/ 330 millones porque reflejamos las últimas negociaciones que tenemos con la Procuraduría para definir este monto. Fijado este monto, que tiene que ser uno que se pueda absorber, te puedo decir en qué plazo puedo pagar (la reparación) y las demás acreencias.
EN CORTO
Retraso. El retraso de la firma del acuerdo también responde a un proceso que valida información con entes del Estado para determinar montos, márgenes y otros.
De acuerdo a Luis Díaz, faltan algunas validaciones, aunque la determinación del monto “estaría prácticamente culminada”.
Una vez se defina el monto de reparación civil, se plasma en el acuerdo y “debería firmarse, no sé si 30 días después de determinado el monto”, sostuvo.