El dilema del BCE es muy parecido al de la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y muchos otros bancos centrales: la política monetaria no puede con todo.
El dilema del BCE es muy parecido al de la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y muchos otros bancos centrales: la política monetaria no puede con todo.

En la eurozona, la inflación aumentó al 8.1% en el año hasta mayo, una vez más por encima de lo esperado. Hasta ahora, pese a señales de que la inflación se estaba afianzando, el Banco Central Europeo había optado por mantenerse firme en su posición. Tenía sus razones, pero ya no son convincentes.