
“[...] el populismo sirve para ganar elecciones, aunque no tanto para gobernar”. Esta es una de las primeras líneas de uno de los últimos libros de Carlos Parodi, Profesor e investigador de la Universidad del Pacífico. En su publicación “Populismo en el Perú: teoría, historia y práctica” Parodi hace un análisis detallado sobre este término y su vínculo estrecho con el Perú. En entrevista con Gestión se intenta dar luces al respecto.
“Sin que esta sea una definición acabada, al final de todos estos años [de investigación] llegué a la siguiente conclusión: el populismo es una estrategia política que sirve para ganar una elección. Si no sirviera para ganar, estaría desaparecido. Pero sirve para ganar, no para gobernar”, insistió.
Si sirve para ganar, no para gobernar, ¿qué pasa una vez que se obtiene la victoria?
El populismo no sirve para gobernar al menos por dos razones: es antidemocrático, concentra el poder en una sola persona, y viola todas las reglas conocidas de la economía.
Pero, quiero dar un paso hacia atrás: es una estrategia para ganar que contiene un mensaje. Divide a la población en dos grupos antagónicos, cuyos nombres pueden cambiar. Un grupo al cual se le llama “pueblo”. He preguntado mucho “¿quién es el pueblo?”, pero nadie lo tiene claro. ¿El pueblo para Donald Trump es el mismo pueblo que para Pedro Castillo?
Pero, ese pueblo está así, [agrega el discurso populista], porque hay una élite, el segundo grupo, que ve sus propios intereses, es corrupta e impide que el pueblo logre sus aspiraciones más naturales.

¿Surge un caudillo?
Sí. El caudillo dice: “Soy el pueblo, los represento y me voy a pelear contra esa élite por ustedes”. El pueblo le entrega a ese caudillo la libertad para que haga lo que sea porque —entienden— lo hará a su favor. Pero, si no le sale bien, [argumentan] es porque la élite tras bambalinas sigue manejando todo. Entonces, el populismo “nunca pierde”. Sin embargo, sí empieza a perder cuando la economía empieza a reventar.
La economía se vuelve clave...
Cuando el populista llega al poder piensa: “Tengo que satisfacer al pueblo y cumplir todo lo que prometí”. Entonces, comienzan las estrategias conocidas, por ejemplo, gastar por encima de los ingresos de manera indefinida, control de precios, subsidiar a empresas, nacionalizar.
Toda esta parafernalia es repetida en la historia de Perú. Las primeras elecciones modernas fueron en 1931, en que se enfrentaron dos populistas: Víctor Raúl Haya de la Torre contra Luis Miguel Sánchez Cerro. A partir de ahí, todos los que han llegado al poder sea por golpe o elecciones han sido populistas. Pueden ser la excepción Francisco Sagasti o Valentín Paniagua, que eran presidentes transitorios.
Los presidentes han llegado al poder siendo populistas, pero ¿alguno ha logrado serlo durante su mandato?
No, no todos. Vale la pena entender que al populismo hay que “graduarlo”. Acá el punto importante es que el populismo no es de izquierda ni derecha, sino una estrategia que te permite gobernar dividiendo a los “buenos de los malos”.
Y, de cara hacia adelante, le pongo mi firma a lo siguiente: aquella persona que sea más creíble ante el “pueblo” [con promesas] para detener la inseguridad, por su carisma, por sus condiciones innatas, va a ganar la elección. Así después no sepa qué hacer.
¿Un punto de quiebre en la historia del Perú fue el inicio del Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski?
Estoy preparando un libro: “Perú 2016 – 2026″. Mi punto de partida en los capítulos políticos es el siguiente: por qué entre 2001 y 2016 tuvimos tres presidentes, ya sean buenos o malos, pero duraron cinco años cada uno. Posteriormente, ha sido un caos total. La respuesta hasta donde está llegando mi análisis es que antes, hasta el 2016, el Poder Ejecutivo se las arregló para hacer alianzas con ciertas bancadas del Legislativo y de alguna manera cogobernaron.
Eso se rompe en 2016, cuando Fuerza Popular coloca 73 congresistas en el Parlamento y PPK solo 18. Estamos ahora ante lo que algunos analistas llaman un autoritarismo legislativo. El populismo ya no parte del presidente, sino del propio Congreso.

En esencia, los congresistas, no solo en Perú, sino en el mundo, tienden a ser más populistas. La Constitución, entendíamos, era clara al limitar su iniciativa de gasto justamente porque sabía esto y el Poder Ejecutivo tenía más poder. Pero ¿qué pasó?
El Legislativo es populista y siempre lo fue, pero en un contexto donde el Poder Ejecutivo tenía más peso y “manejaba la billetera” no se notaba. Ahora, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha perdido peso, han perdido peso las instancias que podían equilibrar al Legislativo.
Por ejemplo, el informe del Consejo Fiscal [sobre los proyectos con impacto en la caja fiscal] es para desmayarse. La cantidad de iniciativas populistas por parte del Parlamento no se originan con el fin de que su popularidad suba, sino porque hay 80 congresistas que están postulando al Senado.
¿Cree que es una buena señal que el Gobierno ha asegurado que irá ante el Tribunal Constitucional (TC) con las propuestas con impacto fiscal?
Es fundamental que vayan porque el TC estaría actuando como una suerte de Senado porque es el dirimente.
¿Hoy tenemos instituciones económicas que se empiezan a afectar por el populismo?
El MEF.
¿El MEF es populista?
Comienza a ser un poco populista. Por eso me hace dudar que las leyes populistas del Congreso efectivamente se lleven al TC. Además, el presidente José Jerí está con un delicado equilibrio para mantener su 55% [de aprobación] todo lo que se pueda hasta el momento que cambie el Gobierno.

¿Cree que este ciclo que empezó en el 2016 se va a cerrar en el 2026?
Diría que no. Soy pesimista al respecto.
¿Es el ciclo más populista en la historia del país?
Uno de los más populistas. Creo que este ha sido un ciclo absolutamente populista, por momentos por parte del presidente, por momentos por parte del Congreso. Se ha dañado mucho a la economía.
Me decían en una reunión: “Perú está creciendo 3%, no está mal”. Pero así no puede analizarse. Lo que se tiene que analizar es cuánto más podría estar creciendo en un contexto estable.
¿Cuál es la factura del populismo en estos 10 años?
Es crecer 2 o 3 puntos menos de lo que pudimos haber crecido.
En estos 10 años, no mejoró la educación, salud, seguridad…
Si comparas el 2001 con el 2024, el presupuesto para educación se ha quintuplicado y la calidad de la educación está igual. Lo mismo pasa en salud. El tema no son los recursos, es saber gastar. Lo hemos escuchado mil veces, pero así es. Este ciclo populista que empezó en el 2016 nos ha dañado.
¿El sistema de justicia se ha vuelto populista?
Sí. El populismo es la voz en este momento. Es el mecanismo para ganarte a la población. Nada de lo dicho quita que la población necesita que sus problemas sean solucionados. Lo que cuestiono no es el fin, sino el medio.
¿El populismo se va a “desbordar” en estas elecciones donde son casi 40 candidatos?
Sí. Todos van a luchar por alcanzar ese pedacito que les permita pasar la valla. Va a ser una pelea de promesas. Se resumirá en ver quién promete más y a quién le creen más. El Perú no importará.
Si bien los candidatos suelen ser populistas, también hay agresividad, polarización…
Es que el populismo es agresivo y polariza porque parte a la sociedad en buenos y malos. Yo veo estas elecciones muy complicadas, un concierto de promesas.
Pero, aún casi la mitad de peruanos no sabe por quién votar…
Todo esto del populismo ha llevado a que a la gente no le interese la política. Es más, si haces una encuesta y les preguntas con qué asocia la palabra política, te va a decir con corrupción, ineficiencia, robo. Nada bueno y eso le hace daño al país porque se necesitan buenos políticos.

Hay un problema con la constitución del Congreso. Las decisiones o las votaciones no son de ida y vuelta, sino que se ha empoderado muchísimo al Senado.
En mi opinión, no estamos entrando a un verdadero sistema bicameral, sino a un sistema donde el Senado tiene todo el poder y eso explica por qué hay 80 actuales congresistas que quieren ir a esta cámara.
Con este Parlamento, con una cámara más poderosa, ¿cree que el próximo presidente o presidenta pueda terminar sus cinco años?
Lo he pensado mucho, es una pregunta que yo me hago permanentemente y me atrevería a decir que no va a terminar. Salvo que logre poner en el Senado a un grupo más o menos relevante de su organización política. Pero la clave para que esto no se venga abajo, es que quien gane sepa hacer alianzas con el Parlamento.
“Es urgente que aparezcan partidos políticos”
Durante esta última década, pese a la situación política y económica en el país, dos instituciones no han sido tocadas: el Banco Central de Reserva (BCR) y la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Sin embargo, como en cada elección, con la incertidumbre adicional que le imprime la del 2026 por tener casi 40 candidatos en contienda, Carlos Parodi, profesor principal del Departamento Académico de Economía de la Universidad del Pacífico, hizo una advertencia sobre lo que podría pasar si se apunta con decisiones populistas, por ejemplo, a estas dos instituciones.
“Creo que generaría un caos en la economía. Yo sí me voy a ese extremo. Pero, recordemos que Chile nos acaba de dar un buen ejemplo: Gabriel Boric y José Antonio Kast son opuestos por el vértice, pero termina la elección y conversan entre ellos. Es una democracia sólida. Entonces, esperaría que una vez que salgan los resultados [de las elecciones en el Perú], los [que no ganen] se pongan a disposición [para trabajar]. Podrán pensar diferente, pero se puede trabajar en conjunto”, resumió Parodi.
En otro momento, consideró que el populismo ha sido un gran freno al desarrollo democrático del Perú en la historia y, además, es el gran responsable que no haya partidos políticos.
“¿Por qué? Porque no los necesitas. Necesitas solamente un líder carismático que llegue a la población”, señaló.
Parodi agregó: “Por eso creo que es urgente que aparezcan partidos políticos. Entiendo que en toda campaña tienen que prometerse cosas, pero no puedes llevar eso a un extremo y menos puedes pensar que la gente te tenga que creer [solo por el carisma]”.
“La cantidad de iniciativas populistas por parte del Parlamento no se originan con el fin de que su popularidad suba, sino porque hay 80 congresistas que están postulando al Senado”.

Editora de Economía y coordinadora de ESG del diario Gestión. Licenciada en Ciencias de la Comunicación. Con casi 10 años de experiencia profesional en el rubro.

Magíster en Economía, diplomado internacional en Comunicación, Periodismo y Sociedad, estudios en Gestión Empresarial e Innovación, y Gestión para la transformación. Cuento con más de 15 años de experiencia en el ejercicio del periodismo en medios tradicionales y digitales.









