La economía peruana habría iniciado el tercer trimestre con una notable “aceleración”, acorde a los indicadores adelantados de actividad económica, estima el Instituto Peruano de Economía (IPE). Cabe recordar que en junio, el producto bruto interno (PBI) solo creció 0.21%, alejándose de los resultados superiores a 5% de abril y mayo.
Este repunte está respaldado por un aumento en la demanda de electricidad. Teniendo en cuenta las cifras del Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES), el consumo eléctrico creció en promedio 2.4% en julio y en las primeras dos semanas de agosto, después de haber retrocedido un 0.2% en junio.
Este avance en la demanda eléctrica está siendo impulsado por la recuperación del sector minero, que mostró un crecimiento del 7.9% en la demanda de electricidad minera. Esto refleja una mayor operatividad de las empresas del sector, recuperándose de la caída registrada en junio.
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Otro factor es la inversión pública, que también ha mostrado signos positivos. Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), esta se aceleró en julio, incrementándose en un 31% en términos reales, superando ampliamente el crecimiento del 3% registrado en el mes anterior. Para el IPE, este impulso en la inversión pública podría traducirse en una mejora significativa en el sector de la construcción.
En paralelo, las expectativas empresariales sobre la economía a corto plazo continúan en un proceso de recuperación, ubicándose en el tramo optimista durante julio.
Esta recuperación, junto con el crecimiento del 17.7% en las importaciones de bienes de capital en términos reales, según cifras preliminares, brindaría un soporte adicional para la aceleración de la inversión privada en el tercer trimestre. Cabe recordar que, de acuerdo con el IPE, la inversión privada creció un 1% en la primera mitad de 2024.
Para lo que queda del año, se espera que la economía peruana sea favorecida por los efectos de los retiros de AFP y CTS sobre la capacidad de gasto de la población. En este contexto, los sectores vinculados al consumo podrían liderar la recuperación de la actividad económica en la segunda mitad del año, con lo que cerraríamos el 2024 con un crecimiento del PBI de 3%.
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