Los datos adelantados de la actividad económica del mes de enero confirman que en el inicio del año se mantendrá la desaceleración que se registró a finales del 2021, como señaló Gestión a fines de enero.
En el programa monetario de febrero presentado por el Banco Central de Reserva (BCR), se mostró que en el caso de la producción eléctrica, su crecimiento fue de solo 2.3% en enero último, tasa similar a la que se registró en diciembre del año pasado (ver gráfico).
Otro indicador que muestra esta desaceleración es el consumo interno de cemento, que tuvo una contracción de 3.6% en enero, mayor a la caída de 0.3% de diciembre último.
A ello se suma un retroceso de 3.3% en la inversión de Gobierno nacional, que si bien es menor que el 19% en que se contrajo en diciembre, se mantiene en negativo.
“En enero la actividad va a seguir mostrando una desaceleración. El año va a iniciar con un crecimiento posiblemente de entre 1% y 2% en enero. Más pegado al 1% en realidad, con lo que tenemos estimado hasta ahora”, afirmó el economista jefe del BBVA Research, Hugo Perea.
Respecto de las restricciones que se generaron en algunas actividades económicas por el inicio de la tercera ola del covid-19, Perea señaló que si bien estas pudieron haber sido afectadas en algo por la reducción de aforos, su impacto sería acotado.
“No se ha visto que haya generado un impacto sensible en la reducción de las actividades productivas”, dijo.
Resultado en línea con estimación anual
Proyección. Perea sostuvo que el resultado de débil crecimiento de la economía y mantenimiento de la desaceleración en el inicio del año está en línea con la proyección de 2.3% de crecimiento para el 2022.
Según el BBVA, la inversión privada tendría una caída de 5.4% este año, para luego tener un crecimiento de apenas 1.6% el 2023. Es precisamente este indicador el que más afectaría al avance económico de este año.