Nuestros economistas se encuentran a la salida de las clases en la Universidad Continental y conversan sobre el alza en los precios de los combustibles y qué medidas podrían ayudar a paliar este incremento de precios. Aquí el diálogo entre Adamo (A), quien se muestra a favor de profundizar la competencia, y Maynardo (M), quien más bien está a favor de subsidios focalizados y una mayor intervención del Estado.

M: ¡Hola Adamo! ¿Has visto cómo los precios de los combustibles se han ido a las nubes? Tengo la sensación de que el gobierno no sabe cómo afrontar esta situación. Y ahora los transportistas de carga están en huelga reclamando –creo que de manera justa– alguna acción gubernamental a su favor.

A: Sí, Maynardo. El tema es complejo y claramente tiene origen externo. Es un fenómeno global, que afecta a todos los países y que aquí tampoco se ha logrado mitigar.

M: En efecto, la reducción temporal del ISC al diésel y gasolinas de bajo octanaje no tuvo el impacto esperado y el gobierno optó por sustituirlo por el uso más agresivo del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).

A: Eso era previsible, te lo mencioné la última vez que conversamos. Los únicos que creyeron que una reducción del ISC era una buena medida para paliar el alza de los combustibles fueron el MEF y, bueno, tú… Era obvio que no iba a tener ningún efecto –más allá de impactar negativamente sobre las cuentas fiscales y positivamente en los márgenes de los griferos.

M: ¡Touché!... No puedo negar que me ha sorprendido la falta de solidaridad de los dueños de grifos, que lejos de trasladar la reducción del ISC simplemente “se la apropiaron” e incrementaron sus márgenes comerciales. A pesar del gran número de grifos, el mercado no se comportó de manera competitiva.

A: Al final, resultó siendo una transferencia de recursos del Fisco a los dueños de grifos. Pero esto era previsible. Sin embargo, no se trata de un tema de solidaridad. El MEF les puso en bandeja a los griferos una oportunidad para incrementar sus márgenes, y estos –como agentes con fines de lucro que son– simplemente tomaron el “regalito” del MEF.

M: La pregunta es ¿ahora qué hacemos? El MEF ha incrementado la compensación que realiza a través del FEPC al galón de diésel de 2.50 soles a 4.99 soles por 60 días adicionales y también amplió la inclusión de las gasolinas por 90 días adicionales. Medida que me parece claramente insuficiente.

A: Insuficiente y equivocada. Si bien canalizar subsidios a través del FEPC puede ser más efectivo que actuar a través del ISC, creo que el tema de los precios de los combustibles requiere de un análisis más integral.

M: Para empezar, habría que investigar cómo es que los grifos determinan sus precios. Todos suben a la vez y con diferencias mínimas. Creo que Indecopi debería investigar de oficio si existe o no concertación de precios entre los griferos. En España, el año pasado se impuso una multa por fijación indirecta de precios a las dos principales cadenas de grifos, las mismas que controlan cerca del 50% del mercado.

A: Sin duda que Indecopi podría hacer mejor su chamba. Pero quizá el problema no sea uno de concertación –aquí las cadenas de grifos no son tan importantes como en otras partes, la mayor parte de los grifos son independientes– sino de falta de información por parte del consumidor. Casi nadie conoce el “Facilito”, una importante fuente de información sobre precios de los combustibles en diferentes grifos. Esta es una aplicación del OSINERGMIN que podría ser muy útil en promover la competencia a través del empoderamiento de consumidores bien informados.

M: ¿El Facilito? ¿Quién conoce o usa el Facilito? No friegues, Adamo; no es así de facilito…

A: Justamente ese es el problema. Se tiene una herramienta que ­–si se potenciara tecnológicamente, se hace lo requerido para que tenga información en tiempo real y, sobre todo, si se publicita adecuadamente– puede contribuir a incrementar de manera significativa la transparencia y la competencia en este mercado. Solo con eso, se podría esperar que los márgenes de los griferos se reduzcan fuertemente.

M: La verdad no creo que los problemas que observamos se deban a una falta de información o insuficiente competencia entre grifos. Hay muchos grifos en Lima. El problema parte de tener un duopolio en refinación y que estas empresas también controlan el mercado mayorista. De ahí se transmiten los problemas hacia los siguientes eslabones de la cadena. Estamos ante un duopolio –que ya de por sí es una estructura de mercado poco competitiva– que enfrenta un mercado totalmente libre para fijar precios.

A: No es cierto, no se trata de un duopolio. Aunque solo hay dos empresas que refinan –Repsol y Petroperú–, en el mercado mayorista confluyen, además, importantes importadores de combustibles, como Exxon y Valero. Estas empresas, que a nivel mundial son mucho más grandes de las dos que refinan en el Perú, en la práctica limitan el poder de mercado de Repsol y Petroperú. Pero, a qué vas con tu línea de argumentación. ¿Qué propones? ¿Acaso, fijación de precios?

M: Creo que no podemos seguir con un esquema de libertad de precios cuando la estructura del mercado no es competitiva. Es allí donde aparecen los problemas que hoy sufrimos.

A: Creo que sería nefasto ir a un control de precios. Prefiero mil veces esta libertad de precios, aún con un mercado duopólico en refinación local, pero con libertad de importación y con miles de grifos independientes, que tener a un burócrata sujeto a presiones políticas o – peor aún - a coimas fijando precios.

M: Según la agencia Bloomberg los peruanos pagamos por la  más cara de todo Latinoamérica, sólo superados por los uruguayos. Aquí hay un problema que no quieres ver: tenemos un duopolio a nivel refino e, incluso, a nivel del mercado mayorista, que fomenta prácticas anticompetitivas. Es más, a nivel de estaciones de servicio tenemos también un importante nivel de concentración. Al 2018, en el Perú operaban 4,732 grifos. El 17.6% de estos se ubicaban en Lima y Callao. Sin embargo, tres agentes concentran la mayor parte del negocio de grifos: el grupo Romero (Primax) con algo más de 1,000 grifos a nivel nacional, la Petrored (ligada a Petroperú) con más de 600 grifos y Repsol con 325 grifos. Entre los tres concentran prácticamente el 40% de los grifos del país.

A: Que tres empresas –una de ellas estatal– concentren el 40% de los grifos no me parece indicador de un mercado muy concentrado. Es más, cada grifo es libre de fijar el precio que considere conveniente. De hecho, hay importantes diferencias de precios entre grifos de una misma cadena.

M: Sin embargo, si centramos la atención en el margen comercial de los griferos, veremos que este es muy alto. De acuerdo con información de OSINERGMIN, el margen comercial en las gasolinas de 90, 95 y 97 octanos es de 6%, 3% y 8%, respectivamente. Y como vimos, tras la reducción del ISC dictada por el gobierno, este margen se incrementó.

A: Ya te lo dije, Maynardo: falta más y mejor información para incrementar la transparencia y la competencia en el mercado. Esto llevaría a menores precios para los consumidores. OSINERGMIN debe potenciar el Facilito. De hecho, podría dar a conocer una lista de los grifos más caros y los más baratos en determinadas localidades, proveer información sobre tiempo de atención y otra información de mercado relevante. ¡Hay que fomentar la competencia!

M: En esto estoy de acuerdo. El Estado tiene que cumplir un rol más activo en la difusión de los precios porque tomarlos de manera individual – yendo de grifo en grifo a comparar - es un proceso costoso. Pero nadie me quita la idea de que en este mercado oligopólico no debe primar la libertad para fijar precios, sino que el Estado debería regularlos.

A: Parece que no nos entendemos….