Derrame de petróleo de Petroperú: cuatro playas afectadas y un verano perdido, el impacto

Un comunicado de la petrolera estatal dio a conocer que, a alrededor de las 11 y media de la noche del viernes 20 de diciembre, se detectó la presencia de hidrocarburos “durante las maniobras previas al embarque en el buque POLYAIGOS, en el terminal submarino de la refinería de Talara”.

Complementaron que “la situación fue controlada de inmediato” y, como medida preventiva, suspendieron las operaciones. “Asimismo, se dio inicio a las actividades de limpieza correspondientes”, añadieron.

Sin embargo, la tragedia ya estaba dada. En la mañana siguiente, a las 9 am del sábado 21 de diciembre, Petroperú informó que detectó la presencia de petróleo en la playa las Capullanas, ubicada a 10 kilómetros al norte de la Refinería Talara. “De inmediato, el personal de Petroperú desplegó el equipo de contingencia y limpieza para atender dicha situación”, comunicaron.

Estimaciones de impacto

Alex Uriarte, portavoz de la Dirección de Supervisión Ambiental en Energía y Minas del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), adscrita al Ministerio del Ambiente (Minam), señaló que el derrame de petróleo había tenido una afectación solo sobre un área de 10,000 metros cuadrados de la playa Las Capullanas.

Ante tal impacto, Ricardo Bancayán, alcalde de la Municipalidad Distrital de Lobitos, alzó una enérgica voz de ayuda e indicó que son cuatro las playas afectadas, de momento. Además de Las Capullanas, se mencionó a Lanchón, Palizada y La bola.

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“Recién nos habíamos preparado para el verano. Obtuvimos el reconocimiento de playa saludable y, una semana después, está contaminada”, apuntó Bancayán.

De hecho, OEFA emitió este domingo 22 de diciembre un comunicado en línea con lo que mencionó el alcalde y donde menciona que continua supervisando la emergencia ambiental ocurrida por el derrame de hidrocarburo en el área del Terminal Multiboyas de la refinería Talara.

El alcalde Bancayán detalló que el impacto preliminar será, principalmente, sobre los pescadores, quienes verán perjudicada su actividad ante la contaminación del mar. Se suman los emprendedores gastronómicos, hoteleros y de transporte. “Toda la inversión realizada se viene abajo. Habrá ausencia de turistas”, lamentó.

“Aunque se tomen medidas de limpieza, tenemos playas perjudicadas, que estaban totalmente saludables y que se malograron. [Se afectará] la extracción de langosta. Se tendrá problemas posteriores”, agregó.

En diálogo con Gestión, Mateo Gómez Matos, presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Piura, señaló que Lobitos es una “zona privilegiada” por su diversidad y ser un destino turístico clave, además de un punto preferente para la práctica de deportes acuáticos, como el surf. Precisó que el impacto sobre la temporada de verano que se tendrá es significativo.

“De manera directa, se afectan los pescadores porque Lobitos en una zona de pesca artesanal importante. También está el turismo perjudicado, la hotelería, el sector gastronómico, el rubro de servicios, con las agencias turísticas. Estamos hablando de que, cuando uno piensa en el verano, alrededor del 80% de viajeros tiene como destino las playas del norte del Perú. Precisamente, lo que reclaman los turistas es limpieza, lo que evidentemente no se encontrará”, declaró a este diario.

Gómez lamentó, precisamente, que esta tragedia ocurra iniciada la temporada de verano, para la cual estima no alcanzarán a concretarse los trabajos de limpieza. “Para las playas, el verano es la mejor temporada de negocios. Es un motor clave para las economías locales”, apuntó.

Ante este escenario, Gómez mencionó que resulta sumamente importante que desde la municipalidad distrital se impulse la elaboración de un inventario sobre toda la afectación, pérdidas, daños, entre otros. El objetivo es que se tenga una base para que, posteriormente, pueda efectuarse una compensación.

“Ya se dio las señales de alarma desde la municipalidad. Ahora, lo que tiene que realizarse, desde la población, es un inventario de daños, de la extensión perjudicada, las playas afectadas, los recursos hidrobiológicos, entre otros. El daño potencial es grande”, indicó.

Escenario

La tarde del domingo, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) informó que viene fiscalizando que las acciones de Petroperú, antes, durante y después del incidente, “hayan cumplido con la normativa relacionada con la seguridad de la infraestructura de hidrocarburos, caso contrario iniciará los procesos sancionadores”.

Carlos Paredes, expresidente de Petroperú, observó la demora y la falta de información de la petrolera estatal sobre esta tragedia. Más aún cuando informaron que lo detectaron desde un inicio y señalaron tomar acciones al respecto.

“Cuando hay un accidente, se reporta, se dice qué pasó, los barriles derramados, las consecuencias. Los accidentes ocurren, pero hay que actuar lo más rápido posible para contener el problema y transmitir a todos los stakeholders qué pasó y cómo se va a corregir”, comentó. “Es un problema de comunicación, podría decir, falta de transparencia”, añadió.

Miguel Incháustegui, exministro de Energías y Minas, también lamentó que no haya información exacta sobre el derrame ocurrido la medianoche del viernes. “Ante estos hechos, mientras más rápido se actúa y comunica es mejor. Lo oportuno hubiera sido un comunicado con todos los detalles del incidente: a qué hora sucedió y cuánto se derramó. No se conoce aún”, subrayó.

Para Paredes, causa preocupación el problema operativo, que debe aclarar el por qué de este derrame para que no vuelva a ocurrir, y el daño ambiental generado en el ecosistema.

Incháustegui precisó que el proceso de investigación debe ser sumamente exhaustivo para determinar la razón del derrame y que no vuelva a ocurrir.

Asimismo, Paredes indicó que, en caso corresponda, Petroperú también tendrá que pagar multas, pues estas se aplican tanto para empresas privadas como públicas y que esta será asumida, en la práctica, por todos los peruanos. “Lo tiene que remediar la empresa causante”. “Se pagarán multas con nuestra propia plata”, apuntó.

En general, comentó que esta tragedia contribuye al “hueco” de Petroperú y a evidenciar su grave problemas de gestión. “Es un problema de estilo de gestionar esta empresa”, comentó.

Incháustegui anotó que este derrame se trata de “un hecho lamentablemente”, pero que debe averiguarse si fue fortuito o una negligencia, a fin de que se tomen las medidas correctivas. A esto sumó que se agrava el panorama institucional de la petrolera estatal.

“Petroperú pasa por una situación crítica. Este año, el cambio de directorio tuvo una significativa demora y eso trae consecuencias: por no tener bien constituida la gobernanza, se deja de tener más control en temas de seguridad, por ejemplo”, puntualizó.

Gómez, de la cámara regional, se sumó a las críticas contra la gestión que viene mostrando Petroperú. Añadió que Piura, donde opera la refinería; y Loreto, centro del Oleoducto Norperuano, también a cargo de la empresa pública, son usualmente afectadas por estos derrames y, sobre todo, por su poca capacidad de reacción y compensación.

“Petroperú, además de contaminar, tiene antecedentes de no pagar las compensaciones, de ignorarlos perjudicando a los afectados de sus derrames”, señaló.

No es primera vez. A inicios de octubre, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) reportó un derrame de crudo del Oleoducto Norperuano, operado por Petroperú, en el río Pastaza. El desastre se dio en el distrito de Andoas, provincia de Datem del Marañón (Loreto). En total, fueron más de 6,000 litros de petróleo que contaminaron el canal en un incidente que duró más de 10 horas. Estimaciones posteriores apuntaron que más de 70 kilómetros de este río se perjudicaron y que fueron siete las comunidades perjudicadas.

SOBRE EL AUTOR

Ricardo Guerra Vásquez

Bachiller en Comunicación y Periodismo en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), especializado en economía, negocios, mercado laboral, políticas públicas, tributario, procesos concursales.