Para el economista y exministro de Economía y Finanzas, David Tuesta, el contexto económico global, en general, plantea un escenario de recuperación para el periodo 2021 -2022, como lo reflejan las bolsas de los países desarrollados.
Esto impulsado en gran medida por estímulos fiscales y monetarios, no solamente durante la pandemia sino desde hace tiempo. La confianza en la economía norteamericana, con tendencia al alza del paquete económico del presidente Joe Biden, favorece este escenario optimista.
Para el plano local, los indicadores financieros -en cuanto a tipo de cambio- muestran una depreciación tenue con poca volatilidad -salvo algunos episodios- los contagios y ola política generaron sobreendeudamiento y desconfianza.
Sin embargo, el riesgo país se muestra bastante estable, al igual que la moneda peruana comparado con otros países. Las proyecciones muestran una inflación contenida, con un crecimiento moderado por los siguientes tres años, que dependerá de un eficiente proceso de vacunación y madurez de los nuevos gobernantes que asuman.
“Las proyecciones de crecimiento a nivel global están alrededor del 5.3% y el contexto de precios de los metales será positivo. En este escenario, el Perú puede converger perfectamente y crecer en 4% en 2022, soportado en economías de la China y EE.UU., donde la minería entra ciertamente a jugar un papel importante para ayudar a dinamizar el sector de electricidad”, señala el economista David Tuesta.
La minería, electricidad y la energía renovable
En aras de encender los motores de la productividad, David Tuesta, en el contexto de reactivación de la minería, al ritmo de hace 10 años, recomienda impulsar otros sectores como la electricidad a partir de nuevas fuentes de energía renovables presentes especialmente en el sur del país. Recursos que podrían contribuir a recuperar la economía y bienestar social pospandemia en esta zona.
A partir de indicadores y estimados en otras realidades, Tuesta encuentra de relevancia la alternativa de generar electricidad con energía geotérmica, particularmente en provincias como Arequipa, Moquegua y Tacna, zona que concentra el 50% de este recurso natural, el que no se aprovecha y nos resta competitividad como país.
“Basados en efectos multiplicadores en proyectos de inversión para EE.UU. y Grecia, estimamos dos escenarios del impacto por ejemplo en Arequipa. Con una planta geotérmica de 300 Mw, durante cada año se puede generar un incremento adicional de empleos entre 43% y 25%. De este incremento más del 50% sería directo”, estima.
La inversión en geotermia al principio tiene costos altos, como todas las energías, explica Tuesta, pero trabajando bien y aplicando prácticas de soporte y esquemas subisidiarios, hay espacio para mejorar. La geotermia trae enormes beneficios que podemos anticipar, en términos socioeconómicos, inversiones, empleo, y crecimiento inclusivo.
La geotermia en nuestro país
La empresa de energía geotérmica de capitales filipinos Energy Development Corporation (EDC), desarrolla en etapa inicial dos centrales geotérmicas en el Perú, la de Achumani en Arequipa, y la de Quello Apacheta, en Moquegua, ambos proyectos demandarán una inversión superior a los US$ 1,000 millones.
Franklin Acevedo, el Gerente País de EDC, comenta a partir de su experiencia en el Perú que la fase más riesgosa es la segunda, ya que demanda una inversión considerable, a la que se suman las trabas que aún persisten y que evitan que más proyectos geotérmicos se desarrollen en Perú. “El mayor impulso que necesita la inversión privada es la subasta de recursos energéticos renovables o RER para garantizar el retorno de inversión”, anota.
El Ministerio de Energía y Minas (MINEM) no logra entender – agrega Acevedo- que se necesita un contrato de suministro que le garantice el retorno de la inversión que demanda entre U$ 200 a U$ 250 millones sólo en la perforación. Esto traba la llegada de más inversionistas.
Destaca que la traba es que en las cuatro subastas RER (2009, 2011, 2013 y 2016) no se ha incluido a la energía geométrica, pese a ser reconocida como energía renovable y tener un precio menor al que se brindó para otras tecnologías. “Necesitamos que MINEM incluya a la geotermia en las subastas RER”, finaliza Acevedo.
Finalmente concluyó, “Lo importante es entender que la geotermia constituye hoy en día la alternativa más barata, más eficiente y de menor impacto en la tarifa eléctrica, otorgará un suministro de energía continua en las regiones del Sur y propiciará el crecimiento social y económico en dichas regiones”.
Sobre la energía geotérmica
ü La energía geométrica es una energía renovable que puede ser obtenida mediante el aprovechamiento del calor del interior de la tierra. Para que esta se vuelva electricidad se extrae el vapor caliente proveniente de la reserva geométrica ubicada a 1 ó 2 kilómetros bajo tierra. Así el vapor llega a la superficie por medio de un pozo de producción y comienza a mover una turbina conectada a un generador, el que convierte el vapor en electricidad. Una vez utilizado el vapor, este se reinyecta en forma de agua a la reserva para comenzar el ciclo nuevamente y no alterar el medioambiente.
ü El desarrollo de un proyecto geotérmico se divide en tres fases. La primera es la exploración superficial para identificar el potencial, la segunda es la perforación hacia el potencial geotérmico bajo tierra y en la que se construye la tubería para extraer el vapor de agua y la fase 3 es la construcción de la central.
Cifras destacadas
ü Se estima que Perú cuenta con potencial geotérmico de 3,000 Mv. en su mayoría ubicado en la zona sur del país.
ü Según estudios, hasta 2019, la producción eléctrica actual en el sur es de 4.9 TWh mientras que la demanda es de 13.
ü 100 Mw de geotermia dan electricidad a 385 mil hogares, que equivale al 90% de los hogares de Arequipa ó el 100% de los hogares de Moquegua.
ü Tecnología 100% renovable sin el problema de la intermitencia, que sí tienen tecnologías como la solar o la eólica.
ü Emite 300% y 85% menos CO2 que las térmicas de diésel y gas natural respectivamente.
ü Alternativa económicamente razonable para el sur, pues implica menores costos que la construcción de un gasoducto o que la producción con termoeléctrica diésel y termosolar.
ü Impacto tarifario gestionable bajo el marco subsidiario RER actual.
ü Promueve una mejor diversificación del portafolio y ayuda a enfrentar la reversión de la sobreoferta en los próximos 5 años.