Cultivo de alimentos podría reducirse hasta en 40% por falta de urea a tiempo, según expertos

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El mismo comunicado señala el inicio de un tercer proceso -en el marco del Decreto de Urgencia N° 013-2022 y normas complementarias- “con el fin de contar con la adquisición y distribución necesaria para la entrega oportuna de urea a los beneficiarios”.

Para este nuevo proceso se indica “que ha tomado contacto con la Cancillería para iniciar, de manera colaborativa, la convocatoria del mayor número de empresas que aseguren la entrega oportuna de la urea dentro de los más altos estándares internacionales y los mejores precios del mercado”.

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¿Qué efectos tendrá las decisiones del Ejecutivo, que aún no concreta la compra de fertilizantes? Clímaco Cárdenas, presidente de Conveagro, indicó que ya hay una afectación en la siembra de alimentos dado que la intención de hectáreas sembradas de la próxima campaña agrícola, que se inicia en agosto, caería un 14% mientras que la productividad de alimentos como el arroz, la papa, maíz amarillo duro, legumbres y hortalizas retrocedería un 30% ante la falta de urea.

“Ciertamente, con el nuevo proceso -el tercero de la gestión de Pedro Castillo- la urea estará llegando en el mejor de los casos en el mes de setiembre. Si no es así estará llegando en octubre o noviembre y con ello las afectaciones van a ir aumentando”, indicó a Gestión.

Desde Conveagro se plantea -ante la premura del tiempo- que se apueste por una compra inmediata de fertilizantes (vía subasta inversa) a precio del mercado internacional de por lo menos 20,000 toneladas para empezar la distribución del fertilizante en julio. Este accionar se podría hacer a la par de la compra internacional.

De lo contrario “va ser muy difícil y complejo lo que viene”. Un punto a destacar -en opinión de Cárdenas- es que si bien la campaña agrícola (de siembra) empieza en agosto es importante también tomarse en cuenta que hay otras campañas agrícolas que no se deberían dejarse de lado, ya que hay zonas -en el territorio nacional- en donde la siembra de alimentos se hace durante todo el año.

-Huelga a la vista-

El presidente de Conveagro dijo que el uso de fertilizantes orgánicos todavía es pequeño en el territorio nacional por lo que la solución no va por ahí, pasa lo mismo con el guano de islas.

“Esa estadística (del uso de abono orgánico) no es representativo. Nos preocupa la falta de emergencia del Ejecutivo. Justamente nos hemos reunido con el ministro (Andrés Alencastre) el día viernes para manifestarles nuestra preocupación por la falta de acciones concretas y resultados palpables en la compra de urea y que tampoco conozca las dinámicas de cultivo. Desde el Midagri nos manifestaron que se iba a formar una Mesa Ejecutiva de Fertilizantes. Ya no se necesitan más mesas técnicas, sino acciones inmediatas y urgentes”, expresó.

En esa línea, recordó que el próximo 18 de julio se tiene previsto un paro agrario en la que participarán los Junta de Usuario de Agua y diversos gremios de productores. “Ya no vamos a seguir esperando. Se han dado tantas fechas fallidas para el arribo de fertilizantes y hasta ahora nada”.

-Menos cultivos de alimentos-

Angie Higuchi, investigadora de la Universidad del Pacífico, consideró -de otro lado- que tras la cancelación de la segunda compra internacional de urea y el anuncio de un nuevo proceso (sin fechas firmes hasta el momento) no se va a llegar a tiempo con el producto (urea) para el inicio de la campaña agrícola de agosto, que va a producir los alimentos a consumirse el 2023.

“Imagínate que se concrete la nueva licitación con apoyo de la Cancillería, como se indica desde el Midagri, probablemente el producto llegue en setiembre en el mejor de los escenarios. Y de ahí, ¿cuánto tiempo va a tomar su distribución y cómo se va a desarrollar? ¿se va a vender o va ser gratuito? Tomando en cuenta que el productor no quiere que se le regale sino comprarlo a un precio social. Hoy el saco de urea cuesta S/ 300 antes del COVID estaba S/ 65. Es una serie de pasos de las cuales se desconoce o no hay claridad de las acciones que se van a tomar”, puntualizó.

Para la experta en economía agrícola se proyecta que el cultivo de alimentos (rendimiento) retroceda entre 30% a 40% dependiendo del cultivo, reiteró. A esta panorama, se suma que desde el Gobierno no se ha tomado -desde el inicio del año- ninguna acción concreta para evitar la crisis alimentaria.

“Se ha reducido en un porcentaje bastante duro las compras agrícolas frente a años anteriores, en 84%, y también se ha disminuido en más de 20,000 las hectáreas sembradas. Si le sumamos el efecto de no fertilizar, el otro año vamos a tener un problema alimentario muy duro, debido a que el Gobierno es muy lento en buscar soluciones”, acotó.

La falta de acción -agregó- no solo va a generar que el 2023 el país enfrente una baja producción de alimentos, sino un alza en sus precios ante la poca oferta que afectará -principalmente- a las poblaciones sin ingresos económicos o con ingresos pequeño y que destinan hasta un 80% de su ingreso (en medio de inflación) en la compra de alimentos.

¿Qué soluciones se pueden implementar ya? Para la experta, la Comisión de Alto Nivel creado hace un mes para enfrentar la crisis alimentaria ya debería estar trabajando en propuestas concretas para paliar la falta de alimentos que se vivirá el próximo año. Un punto clave -añadió- es que se incluye en esta Comisión a la Cancillería, tal como se hizo con el MEF ayer.

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También propone que desde el Midagri conjuntamente con universidades realicen estudios de calibración de análisis del suelo, lo que a permitirá saber la cantidad de fertilizantes que necesitan los cultivos prioritarios para hacer una combinación no solo con abonos orgánicos sino de otros sintéticos.

Ya que tampoco se trata de usar urea, en la misma cantidad y en todos los cultivos -refiere la también docente- ya que hay cultivos o zonas que lo necesitan, mientras que otros no.

Otra respuesta suplementaria es trabajar de la mano con los gremios agrarios para coordinar la logística de entrega del fertilizantes, por ejemplo, y otras acciones claves. “Es vital una comunicación más estrecha”, dijo. Otra salida sería -dijo- consensuar una especie de trueque para que los productores agrarios vendan una parte de su cosecha al Estado a cambio de fertilizantes a precio bajo para que estos alimentos sean usados por los programas sociales y por las ollas comunes.

Asimismo consideró que se debería evaluar -para el 2023- la entrega de tarjeta o cupones alimentarios que en la práctica será como gift card para que las poblaciones vulnerables o las ollas comunes puedan comprar alimentos en supermercados o mercados. Otra solución inmediata es conversar con los actores privados como los importadores de fertilizantes ubicados en el territorio nacional que tiene -actualmente- el producto para comprarlo y sumarlo a las necesidades de los productores.

-Tercer proceso-

Marco Vinelli, economista director de la maestría en Agronegocios en ESAN, consideró -en tanto- que no se va ha cumplir con el ofrecimiento público hecho por el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Andés Alencastres, de que la urea -la cerca de 74,000 toneladas- arriben al territorio nacional entre la primera y segunda semana de agosto de llevarse a cabo la tercera compra internacional, cuyas bases y cronograma aún no se conocen.

“Creo que (la urea) no va llegar para esa fecha sino para finales de setiembre o inicios de octubre. La campaña efectivamente empieza a agosto, pero esta es una campaña de siembra por lo que, si la urea llega en setiembre o octubre, los agricultores que estén sembrando para esa fecha son los que van a recibir el producto prometido”, precisó.

Además opinó que para la siguiente campaña agrícola probablemente no haya una reducción significativa respecto a área sembrada en relación a la campaña 2021-2022 debido a que los agricultores se van a poder agenciar para poder conseguir urea, a lo que se suma que el precio internacional está empezando a bajar.

“La compra del Gobierno debió concretarse mucho antes. Este apoyo va ser solamente para el 10% de los agricultores que necesitan. Lo que se tiene que hacer es apoyar a la demanda: ahí se tiene dar el mayor esfuerzo. Por ejemplo, el bono alimentario anunciado por el MEF. Esta medida debería ejecutarse rápidamente y no como la urea para que llegue de inmediato”, mencionó.

Lo que podría darse el 2023 un alza de alimentos, pero -en su opinión- alimentos habrá. El especialista remarcó que -posiblemente- en esta tercera compra de fertilizantes el vendedor exija el comprador (Agro Rural) una carta de crédito (una especie de garantía) para concretar los embarques, ya que está es una práctica habitual en el comercio internacional que tiene que estar claramente establecido en las bases.

“El segundo concurso -que se se acaba de anular- en realidad eran tres procesos independientes: uno era para la compra de la urea; el otro para el envasado y el tercero para la distribución. Solamente han avanzando con el primero, que al final no se concreto. Ahora, se va llevar acabo un único proceso que incluya que la urea este ya en sacos y que llegue a los almacenes de Agro Rural. Ello implica nuevas reglas de juego que debe estar claramente definido”, arguyó.

-Nota-

• En el Perú por año se requieren un promedio de 450,000 toneladas de urea. La compra de urea -a cargo de Agro Rural- va a cubrir la cuarta parte de la demanda, que es el 25%.
• El exdirector de Agro Rural dijo a Gestión -en junio- que se estaba trabajando dispositivos legales que serán enviados al Congreso para que los facultades para hacer la compra (de fertilizantes) fuera (del Perú) para venderlo posteriormente a un precio social. Ello no se puede hacer ahora ya que el DU 013-2022 y el artículo 60 de la Constitución lo prohíben.

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