Hace poco más de una semana, se confirmó lo que ya analistas habían adelantado: la pobreza no dejó de acelerarse en el 2023 y alcanzó al 29% de la población. De hecho, es el cuarto año que no retorna a los niveles prepandemia (2019: 20.2%). Además, la inestabilidad política, la caída de los ingresos, la falta de más empleo de calidad y la limitada producción son algunos de los desafíos que enfrenta el país. Mientras todo esto ocurre, hay un indicador que no puede pasarse por alto: el número de conflictos sociales se mantiene por encima de los 200 casos.