El fuerte incremento de precios, sobre todo en la canasta básica alimentaria, continúa recortando el ingreso disponible de los consumidores. (Foto: Claudia Llontop | GEC)
El fuerte incremento de precios, sobre todo en la canasta básica alimentaria, continúa recortando el ingreso disponible de los consumidores. (Foto: Claudia Llontop | GEC)

La capacidad adquisitiva de la mayoría de las familias se ha deteriorado por el fuerte incremento de los precios y la precarización del empleo. En el mercado laboral, el número de trabajadores ocupados ha vuelto a sus niveles prepandemia. Sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con la calidad del empleo y el subempleo continúa siendo elevado. Como resultado, el salario promedio tampoco se ha recuperado, lo que se agrava con la mayor inflación.

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