El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyectó que la economía peruana registrará un crecimiento de 10.5% en el 2021 en su Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2022-2025, mientras que para el 2022 el crecimiento sería de 4.8%.
Mientras que el crecimiento promedio de 4.1% previsto para el periodo 2023-2025 estaría sustentado, principalmente, en una mayor inversión privada asociada a la construcción de nuevos proyectos mineros y de infraestructura que incrementarían la acumulación del stock de capital.
En cuanto a estas proyecciones, el Consejo Fiscal señaló que existe un sesgo optimista, el cual no estaría considerando las secuelas que tendría la crisis sanitaria sobre el crecimiento potencial de la economía, especialmente a través del deterioro del empleo, el stock de capital y la interrupción de la educación.
“Además, estas tasas de crecimiento superan al crecimiento potencial calculado previo a la crisis . En ese sentido, el CF recomienda cuantificar e internalizar en las proyecciones las pérdidas estructurales que dejaría la pandemia en términos de producto potencial”, precisó en un comunicado.
Asimismo, precisan que el crecimiento de la inversión privada para 2023-2025 está sustentado, en parte, en proyectos mineros que han registrado postergaciones en el inicio de construcción y que actualmente aún se encuentran en etapa de prefactibilidad.
“Existe el riesgo latente de nuevos aplazamientos en importantes proyectos de inversión que llevarían a una sobrestimación del ritmo de actividad económica de mediano plazo. En ese contexto, es indispensable crear las condiciones necesarias para garantizar que dichos proyectos puedan iniciar operaciones en las fechas establecidas y/o plantear escenarios en los cuales se cuantifiquen las contingencias generadas por los retrasos en la entrada de dichos proyectos”, advirtió.
“El CF observa con preocupación el optimismo en las perspectivas para 2022 y de mediano plazo consideradas en el MMM, principalmente las relacionadas a los precios de materias primas y las tasas de crecimiento esperadas de la inversión privada”, agrega.
Según el Consejo Fiscal, este optimismo conllevaría a sobreestimar la recuperación de los ingresos fiscales e incentivar mayores niveles gasto que podrían comprometer la sostenibilidad de las finanzas públicas.
“Se recomienda adoptar una actitud prudente que se refleje en las proyecciones a partir del 2022, ya que el rebote económico en 2021 y el repunte en los precios de las materias primas podrían dar una sensación de bonanza económica inexistente”, puntualizó.