Desde el inicio de este Gobierno, se viene dando un proceso de copamiento de cargos públicos, repartija de puestos y destrucción de la tecnocracia. Su objetivo sería hacerse de un botín, que es el Estado, refirió la gerente general de la Sociedad de Comercio Exterior (ComexPerú), Jessica Luna.
Esto genera -refirió- un alto costo que pagamos todos los peruanos, sobre todo los más pobre debido a que el “Estado no funciona, está paralizado, es ineficiente y no resuelve los problemas del ciudadano. No solo no se avanza, sino que se retrocede”.
“No se ejecutan los presupuestos de inversión pública; la posta, el colegio, el hospital, los caminos, el agua y la electricidad no llegarán. El Gobierno está de espaldas al pueblo”, acotó.
Una muestra de la ineficiencia del Estado en el mandato de Pedro Castillo (investigado por la justicia por liderar una organización criminal) es Migraciones, que era una entidad que funcionaba y el servicio de entrega de pasaporte era eficiente.
“Hoy es prácticamente imposible conseguir una cita para obtener un nuevo pasaporte. Incluso, si se consigue una cita, se deben hacer colas de hasta 4 horas para ingresar. Como siempre ocurre cuando el Estado no funciona, aparecieron los tramitadores y una mafia de “citas express” que ya viene siendo investigada por la Fiscalía”, recordó.
Otro ejemplo es el Ministerio de Cultura, la irónicamente estuvo liderada por la primera ministra Betssy Chávez, que está a la deriva, y la desidia de las autoridades viene afectando seriamente nuestro patrimonio cultural y golpeando al sector turismo.
“Un ejemplo, es la venta de tickets para visitar Machu Picchu. Hubo un retroceso en el sistema y hoy existe una mafia que provoca que cientos de turistas no puedan conseguir boletos de manera formal. Otro es el total abandono de Kuélap. Desde el colapso de una parte del muro del sitio arqueológico, las visitas se han reducido un 60%, lo que ha llevado a la quiebra de hoteles, agencias de viaje y restaurantes. No existe un plan de emergencia”, argumentó.
El sector salud ha sido otra víctima de la incapacidad y el copamiento de cargos públicos, apuntó la ejecutiva.
Si bien la problemática del sector no es de este Gobierno, hoy no solo no se avanza, sino que se está precarizando aún más el sistema de salud.
“Además, la repartija política debilita un sector tan sensible y con una incidencia directa en la calidad de vida de las personas. EsSalud ha sido un botín y va rumbo a convertirse en el “nuevo PetroPerú”. La institución lleva cinco presidentes y el periodo promedio de cada gestión es de 3.5 meses, lo que afecta la calidad del servicio que reciben los asegurados”, afirmó.
Entre enero y octubre, el número de consultas médicas en EsSalud fue de 10.7 millones, un 53% menos que en 2019. En cuanto a las intervenciones quirúrgicas, estas sumaron 241,161 en el mismo periodo, un 37.7% menos que en 2019.
Esta semana le pusieron el ojo a Fonafe, el objetivo es tomar la gestión de 35 empresas públicas. Por ello, se le pidió la renuncia a su directora ejecutiva, ya que esta les dificultaba ocupar posiciones claves en estas empresas.
“Copamiento del Estado, destrucción de las instituciones, petardeo a la tecnocracia, corrupción e incapacidad. El costo lo pagamos todos los peruanos, sobre todo los más vulnerables. Esto no da para más”, puntualizó.