Los ganaderos de Argentina detendrán la comercialización de carne en respuesta a la decisión del gobierno de cesar las exportaciones del producto para controlar precios en medio de una escalada inflacionaria, en un nuevo choque entre Buenos Aires y el campo.
“El tema de la carne se desmadró (se salió de control). El precio sube mes a mes sin justificativo. Tenemos que poner orden. Nosotros no podemos ver cómo crecen los precios sin ningún justificativo, o sea sube el precio de la carne y baja el consumo de carne”, declaró el presidente Alberto Fernández a Radio 10 este martes, horas después de anunciar la suspensión de las ventas de carne al exterior.
El gobierno peronista de Argentina, cuarto exportador mundial de carne bovina con 819,000 toneladas en el 2020, anunció el lunes la suspensión que aplicará por 30 días “como consecuencia del aumento sostenido del precio de la carne vacuna en el mercado interno”.
Los productores reaccionaron con dureza este martes y anunciaron que cesarán la comercialización interna de todo tipo de ganado durante una semana.
El gobierno había afirmado en un comunicado que la suspensión de las exportaciones busca “ordenar el funcionamiento del sector, restringir prácticas especulativas y evitar la evasión fiscal en el comercio exterior”.
El consumo de carne vacuna, base alimentaria de los argentinos, bajó de 69.3 kilos por persona por año en el 2009 a 49.2 kg en promedio en la actualidad, según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra)
“Medida nociva”
El presidente de Ciccra, Miguel Schiaritti, criticó fuertemente la medida del gobierno.
“La medida es absolutamente nociva para la Argentina, no es posible dejar a un sector que ocupa más de 100,000 trabajadores en una situación de ser los responsables de la inflación”, declaró el empresario.
Schiaritti recordó que en el 2006, durante la presidencia de Néstor Kirchner, una restricción en las exportaciones de carne, inicialmente por seis meses, terminó prolongándose por diez años.
“Sabemos que esto generó la pérdida de 12.5 millones de cabezas (de ganado), se perdieron 19,000 puestos de trabajo y se cerraron 150 fábricas de las cuales solo reabrieron 70”, advirtió.
En reacción a la medida del gobierno peronista de centro-izquierda, los productores detendrán la “comercialización de todas las categorías de hacienda vacuna desde las 0 horas del jueves 20 de mayo hasta las 24 horas del viernes 28 de mayo”, informaron en un comunicado.
En el 2008, la entonces llamada Mesa de Enlace del campo organizó una huelga agraria de casi cuatro meses en contra del proyecto de la actual vicepresidenta y entonces presidenta Cristina Kirchner de elevar los impuestos a las exportaciones. El conflicto, que puso en jaque a su gobierno, terminó cuando la iniciativa oficial fue rechazada en el Congreso.
Inflación desbocada
Fernández tomó la decisión ante el fuerte impacto que tiene el alza de los precios de los alimentos en el índice de inflación de Argentina, uno de los más altos del mundo, que acumuló un incremento de 17.6% en el primer cuatrimestre, de acuerdo con el instituto de estadísticas Indec.
El costo de vida en los últimos 12 meses se elevó 46.3%, según el Indec, pero el precio de los distintos cortes de carne vacuna aumentó 65.3% en abril en comparación con igual mes del año anterior, informó el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina (Ipcva).
En el 2020, las exportaciones argentinas de carne y cuero bovinos fueron equivalentes a US$ 3,368 millones, una caída de 16.5% con respecto al 2019. Los principales destinos fueron China, Alemania e Israel, según el Indec.
El gobierno intenta poner freno al incremento de la canasta básica, en un contexto de pobreza que alcanza al 42% de la población, con programas de control de precios acordados con los empresarios.
En ese marco, los frigoríficos ofrecen cortes de carne a precios rebajados pero, según Fernández, son solo “una migaja de 8,000 toneladas de carne cuando acá se consumen 200,000 toneladas por mes”.
“Hay que tratar de desmonopolizar, el nivel de concentración es tremendo. No más de 3,000 productores tienen el 40% de los rodeos. Hay que discutir si los supermercados pueden tener desde la cría hasta la exportación y la venta en las góndolas”, advirtió el ganadero Pedro Peretti, exdirectivo de Federaciones Agrarias Argentinas (FAA) de pequeños productores, que respaldó al gobierno.