“Hace 15 días una mano de choros podía costar S/ 70, hoy lo estamos encontrando a S/ 140″, menciona Javier Vargas, presidente de la Asociación de Restaurantes Marinos y Afines del Perú (Armarp), quien explica que tras el derrame de petróleo de Repsol en Ventanilla -ocurrido hace dos meses- se redujo la extracción del molusco y, en consecuencia, hay una menor oferta en los mercados.
Pero no es la única especie marina que tiene problemas. Pese a que en el verano es cuando ocurre un mayor nivel de pesca, pescados de temporada como el perico subió de S/ 12 a S/ 18 el kilo por falta del recurso. “Ya no sabemos como enfrentaremos la demanda de Semana Santa (mediados de abril próximo) si todos los pescados y mariscos escasean y están al alza”, mencionó.
En promedio, el recurso marino -insumo esencial en las cevicherías- se encareció en 30% en las últimas semanas. El pulpo y calamar se venden a más de S/ 60; las conchas de abanico pasaron de S/ 80 a S/ 150; sin contar que otros productos necesarios para la preparación como el aceite también han subido de precio en el país.
Vargas dijo a Gestión.pe que “estamos evaluando subir los precios de la carta hasta en un 20%, no para ganar, sino para cubrir las pérdidas”.
Desde febrero pasado, Armarp espera una respuesta de los ministerios de Producción (Produce), Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) así como de Economía y Finanzas (MEF) para activar una mesa ejecutiva gastronómica. La solicitud del gremio data incluso de hace muchos meses atrás pero sin éxito. En una entrevista pasada (Gestión 10.10.2021), Vargas ya advertía a este diario que habían varios factores que iban a impedir la recuperación del segmento gastronómico si no se atendían adecuadamente.
Luego de dos veranos sin público, la temporada del 2022 termina sin noticias positivas para las cevicherías peruanas que suman más de 30,000 a nivel nacional entre formales e informales. Buena parte de los meses calurosos también estuvieron atendiendo con un aforo limitado. Para los siguientes meses, de invierno que se caracteriza por una reducción de pesca, será más complicado aún.
Se reinventan
Según Vargas, al menos el 50% de los locales de pescados y mariscos ha optado por reinventarse: desde incluir bufets criollos en sus cartas, reducir porciones y extender su horario de atención -incluso hasta las 11 de la noche- para captar la mayor cantidad de público.
La otra mitad “simplemente sigue sobreviviendo” porque no tiene el presupuesto para hacerlo. por ello, Armarp está elaborando un proyecto de ley que propone una reducción temporal del IGV y facilidades para el pago del Impuesto a la Renta a fin de continuar operando. “Mostraría que realmente les importa un patrimonio inmaterial como es nuestro plato bandera”, agregó.
Por último mencionó que solicitarán una reunión con el Produce para monitorear la situación de las especies ante la alta contaminación cerca a las peñas, el impacto producto del derrame de petróleo y los cambios en las corrientes marinas que podrían estar alterando la presencia de diversas especies.