En plena crisis económica por la pandemia, la Cámara de Diputados de Chile aprobó este miércoles un proyecto de ley para permitir el retiro anticipado de los fondos de pensiones privados, un sistema de retiro implantado durante la dictadura de Augusto Pinochet y ampliamente rechazado en la sociedad.
Chile fue pionero en 1981 en la implementación de este sistema de pensiones en base a la capitalización individual.
El año pasado empezaron a jubilarse las primeras generaciones de trabajadores que impusieron durante toda su vida laboral a estos fondos que prometieron hasta más del 70% de su último salario y que ahora cobran en muchos casos el sueldo mínimo (de unos US$ 400) o entre 30% y 40% del último sueldo.
El proyecto contempla el retiro de hasta 10% de los fondos de pensiones, considerados piedra angular del llamado "modelo chileno", una economía abierta, y se hace con un gran apoyo popular a la medida.
También crea un fondo colectivo de pensiones financiado con el aporte de los empleadores y el Estado para compensar la reducción de los ahorros, que será administrado por una entidad pública y autónoma.
La iniciativa fue aprobada por 95 votos a favor y 25 en contra, asestando un duro golpe al gobierno de Sebastián Piñera.
"Lamentamos el resultado de esta votación. Es una atajo que no se hace cargo de las pensiones del mañana", criticó el ministro de Hacienda, Ignacio Briones.
De aprobarse en el Senado, la iniciativa permitiría el retiro por única vez de hasta el 10% de los fondos de pensiones, con un mínimo de US$ 1,250 y un máximo de US$ 5,300, en dos cuotas.
Apoyo a la clase media
El proyecto fue levantado por legisladores de la oposición que lo consideran clave para ayudar a la clase media de este país de 18 millones de habitantes, que no ha tenido hasta ahora ninguna plan de subsidio para enfrentar la grave crisis económica derivada de la pandemia, que en Chile ha contagiado a más de 300,000 personas y provocado la muerte de más de 10,000 personas si se consideran los fallecidos “probables”.
Varios parlamentarios de la coalición de gobierno apoyaron la iniciativa, disconformes con las medidas anunciadas para la clase media, aun sin aprobar y que se basan fundamentalmente en el acceso a créditos blandos.
"¿Quiénes en una situación radical no recurriría a sus ahorros de toda una vida para superar ese momento de problemas económicos? En tal situación de necesidad, todos lo haríamos", dijo la diputada oficialista Erika Olivera.
"Los chilenos no quieren seguir endeudándose para hacer frente a la pandemia", dijo de su lado el diputado opositor Matías Walker.
Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) fueron creadas en plena dictadura de Pinochet (1973-1990), por José Piñera, hermano del actual mandatario derechista.
Pero las bajas pensiones que entrega tienen a este sistema con un bajísimo apoyo popular. Un 83% de los chilenos está de acuerdo con retirar el 10% de los fondos, según una encuesta reciente.
Países como Perú y Australia han permitido ya el retiro de parte de los fondos de pensiones, mientras que, según cálculos de la asociación de empresas chilenas de fondos previsionales (AFP), cerca de tres millones de afiliados quedarían con saldo cero en caso de prosperar la iniciativa legislativa.
“En este momento, por la pandemia, se ha generado una presión ciudadana muy fuerte. Hay una urgencia nueva que está poniendo en jaque el lobby de las AFP que bloquea la reforma paralela” que también está en el Congreso para modificar todo el sistema y que propone un aporte del empleador, dijo Hassan Akram, académico de la Universidad Diego Portales.