El paro de transportistas, el incremento en los precios del combustible y otras crisis nacionales e internacionales vienen impactando directamente en el encarecimiento de diversos productos industrializados, como alimentos, lácteos, bebidas, entre otros.
Esta problemática está causando algunas modificaciones en la canasta familiar FMCG (Fast Moving Consumer Goods), según explica Cecilia Ballarín, Gerente Comercial de Kantar División Worldpanel.
“El consumo masivo total se mantiene positivo durante el primer bimestre del año, aunque sí estamos observando que la compra de algunas categorías como arroz, aceite, fideos, entre otros, se viene desacelerando desde hace ocho meses. Esto en los hogares peruanos se traduce en un menor consumo de productos de primera necesidad o un alargamiento de su consumo. Es decir, se hace durar más los productos encarecidos y se visitan menos los canales de venta”, explica la ejecutiva.
Así tenemos, por ejemplo, que el consumo de lácteos en hogares, medido en volumen, cayó en 2% en enero y febrero de este año comparado con el mismo periodo del año pasado.
Lo mismo en el caso de comida para mascotas que se redujo en 4%. En tanto, categorías como alimentos, cuidado personal y cuidado del hogar el consumo crecieron 3%, 2% y 1%, respectivamente.
Sin embargo, si observamos el incremento en valor (costo), la tendencia al alza es importante.
Entre enero y febrero del 2022, el valor de la categoría alimentos subió 15% en comparación al mismo periodo del 2021. En bebidas, el aumento es del 15%, en lácteos del 5%, en cuidado personal del 9%, en cuidado del hogar del 10% y en comida para mascotas del 12%.
“Este fenómeno, donde los precios suben y el consumo disminuye, provoca algunos cambios en el comportamiento de los consumidores. Por ejemplo, la frecuencia de compra se ha reducido en una visita. Asimismo, cuando los aumentos de precio superan el 10% sí vemos un consumidor más proclive a moverse hacia marcas más económicas”, señala la especialista de Kantar División Worldpanel, quien agrega que hay que seguir monitoreando esta tendencia.
“Tomando en cuenta la presión en los precios, las compañías deben evaluar ofrecer formatos más convenientes al consumo de los hogares y al canal de venta, con el fin de evitar el abandono de marca”, concluye Ballarín.