El mundo sigue demandando chocolates. Según proyecciones de IMARC Group, el consumo mundial se incrementará 5% hasta el 2026 con Europa como el mercado dominante. Es justamente este destino el que concentra la mayor cantidad de granos de cacao fino que exporta Perú, abasteciendo -incluso- a Barry Callebaut, la mayor fábrica de chocolate del mundo ubicada en Bélgica.
Y no es el único caso. El fabricante Originals Beans de Holanda paga hasta US$ 5,000 la tonelada por el cacao chuncho orgánico producido en Cusco. Mientras que Valrhona de Francia está dispuesta a ofrecer US$ 4,000 por tonelada del cacao blanco de Piura y cacao de origen de Amazonas (el único cacao peruano que posee denominación de origen en el país).
En los últimos años también se han sumado marcas como la italiana Vanini. “Son empresas europeas que pagan sin mirar el precio de Bolsa, pagan muy por encima del promedio del mercado a las cooperativas que se han preocupado por obtener el sello Fairtrade y certificación orgánica”, dice Luis Mendoza, gerente de la Asociación Peruana de Productores de Cacao (APPcacao), quien apunta a que el productor abastezca -pronto- al gigante Ferrero Internacional.
Es justamente la característica orgánica lo que hace al cacao peruano atractivo para el consumidor chocolatero europeo, sin embargo, este tipo de producción en Perú se ha reducido en los últimos dos años.
En el 2020, debido a la pandemia que encareció todo el proceso logístico y en el 2021, porque comenzó a detectarse, con mayor frecuencia, contaminación cruzada en los campos de cacao ubicados cerca a cultivos de arroz. Es decir, que componentes de los plaguicidas y herbicidas aplicados al cereal terminaban en los árboles de cacao.
Esta situación generó, de acuerdo al criterio del Comité de Producción Orgánica de la Unión Europea (UE), que Perú incumpla de forma recurrente los estándares determinados sobre importación de productos orgánicos a ese mercado, específicamente, en granos de cacao, palta, plátano, jengibre y mango. Por ello -agrega Mendoza-, este mercado ha incluido estos productos peruanos en una lista de alerta desde hace dos meses.
“Si bien esta alerta no significa dejar de exportar a la UE, sí ha significado un incremento en los costos de exportación”, precisa. Consultado si el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) y el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) han determinado un plan de trabajo para solucionar el problema, respondió que todavía está pendiente la conformación de una mesa de trabajo.
En tanto, la UE dispuso, desde el 1 de julio y con vigencia hasta finales del 2022, que los exportadores de grano de cacao peruano incorporen un nuevo control antes del embarque del producto en puerto.
“Desde este mes las empresas exportadoras y cooperativas estamos obligadas a contratar a una empresa privada certificadora que analice y certifique si el cacao que se exportará está libre de trazas químicas. Si el cacao es orgánico, el proceso es más rápido, pero si es un producto tradicional, el resultado del análisis podría salir hasta en diez días, lo que implica un costo adicional y pagar más a los almacenes por el tiempo que demore los resultados. Es un gasto adicional cuando la cotización del cacao está cayendo”, señaló el también productor.
En concreto, este nuevo procedimiento estaría elevando hasta en 30% los costos para las cooperativas cacaoteras.
En ese contexto, los productores evalúan solicitar al gobierno que se retire de forma gradual la venta local del herbicida glifosato y 24d, con el objetivo de seguir avanzando en el posicionamiento de Perú como un país orgánico.
Mercados pendientes
Las perspectivas sobre la producción de cacao en Perú son positivas para este 2022. Se espera un crecimiento en volumen de 16% frente al 2021, en tanto, los granos que se destinen a la exportación alcanzarían más de 65,000 toneladas, pero de este total, solo 20,000 serán de cultivo orgánico, una cifra todavía por debajo respecto a años anteriores. Las cooperativas confían en que no se detecte alguna traza para alcanzar la meta.
APPcacao estima, además, que si se incluye los derivados del grano aromático, los envíos de la cadena cacaotera peruana alcanzarían un total de 95,000 toneladas este año.
El mercado principal es la UE, sin embargo, Indonesia es un destino que crece con fuerza y en lo que va del 2022 concentra el 17% de los envíos. A Mendoza, sin embargo, no le entusiasma mucho este destino asiático pues los precios que pagan están por debajo de la Bolsa.
Por ello, el gremio cacaotero apunta a que la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú) cambie la estrategia de promoción del cacao peruano en Canadá y Estados Unidos. “No basta con participar en un stand en una feria, se necesita también hacer contactos con inversionistas y clientes chocolateros, son aspectos que todavía falta articular”, dijo Mendoza a Gestión.pe.
Dato
- Este año se realizará una nueva edición del Salón del Cacao y Chocolate y, por primera vez, con una edición internacional. Se llevará a cabo del 14 al 17 de julio en el Centro de Convenciones de Lima, en el distrito de San Borja, y de manera presencial.
Mendoza adelantó a Gestión.pe que hay mucho interés de las marcas cacaoteras y también chocolateras de participar, reflejo de ello es que los stand se ocuparon en su totalidad tres semanas antes del evento. Se espera visitantes y expositores de México, Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia, Honduras, República Dominicana, Venezuela y Costa Rica; y de importante presencia chocolatera como las de Chile y Argentina.