Brasil, el tercer mayor socio comercial del Perú con más de US$ 1,200 millones de inversión en el país, apunta a profundizar aún más las relaciones bilaterales a través de un acuerdo pendiente de ratificación por parte del Gobierno peruano.
Con el Acuerdo de Profundización Económica Comercial, firmado en el 2016 entre Perú y Brasil y aprobado por este último un año después, el gobierno de Jair Bolsonaro busca complementar los beneficios de “tarifa cero” para bienes que ambos países gozan desde enero del 2019 a través del pacto de complementación económica entre Perú y Mercosur, también conocido como ACE 58.
El embajador brasileño en Lima, Rodrigo Baena Soares, explicó que el ACE 58 solo se aplica a productos y no a servicios o inversiones. “Estos dos temas fueron negociados bajo el Acuerdo de Ampliación Económico-Comercial, un acuerdo moderno, con disposiciones amplias que generan previsibilidad jurídica a los inversionistas”, dijo en diálogo con Gestion.pe.
“Ahora esperamos la conclusión de los trámites internos peruanos para su entrada en vigor. Seguramente la ratificación del acuerdo intensificará los flujos comerciales y servirá para atraer aún más inversiones de empresas brasileñas al Perú e inversiones peruanas en Brasil. También estamos listos para profundizar las disposiciones de este acuerdo después de su entrada en vigor”, subrayó el diplomático.
“Si bien las tarifas cero son muy importantes, es solo un tema de algo mucho más amplio que son las relaciones económico-comerciales entre los dos países”.
Por su parte, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) comentó a Gestión que el acuerdo “se encuentra aún pendiente de ser ratificado por el Perú, en tanto se está evaluando la posibilidad de efectuar modificaciones o una profundización del mismo”, sin mencionar una fecha para la ratificación.
Según cifras oficiales, el flujo comercial bilateral alcanzó un récord de casi US$ 4,000 millones en el 2018, un resultado alentador en un entorno global inestable. A lo largo del 2019, el comercio bilateral mostró cierta fortaleza, pese a una ligera reducción en las importaciones peruanas hasta noviembre. En comparación con el mismo período del 2018, hubo un crecimiento de 4% en las exportaciones brasileñas entre enero y noviembre del 2019, cuyo valor total (US$ 2,020 millones) ya se acercaba al total del 2018 (US$ 2,150 millones). El perfil del comercio bilateral también es muy diverso, con gran participación de productos manufacturados.
En cuanto a las oportunidades de negocio, el embajador Rodrigo Baena dijo que “el mercado peruano es muy atractivo para Brasil porque cuenta con fundamentos económicos muy sólidos, así como una inflación y relación deuda-PBI muy baja. Esto hace que los brasileños tengan una mirada importante sobre el Perú”.
“Nuestras empresas siguen interesadas en diversificar mercados y el Perú es un destino natural, ya que compartimos casi 3,000 km de frontera. La proximidad cultural facilita el ingreso de empresas brasileñas y la ratificación del Acuerdo de Ampliación creará un elemento adicional para estimular las inversiones”, añadió.
Brasil es el sexto mayor inversionista extranjero en el Perú, con más de US$ 1,200 millones invertidos en los principales sectores de la economía peruana, como minería, industria, servicios, agricultura y energía.
La Embajada de Brasil en Lima viene organizando para este año una serie de misiones comerciales en diversos sectores, como los de higiene personal y productos de belleza, software, alimentos, cachaza y moda playa. La embajada también recibirá una agregada de agricultura a partir de este mes, contribuyendo a promocionar bienes agropecuarios de calidad.
Además, el embajador Rodrigo Baena adelantó que el vicecanciller brasileño Otávio Brandelli visitará el Perú en marzo para reactivar la Comisión Viceministerial de Integración Fronteriza, que “será un instrumento clave para aumentar el intercambio no solo comercial, sino también de cooperación en muchos proyectos de educación, ambiente y salud”.
“Existe la necesidad de mejorar e intensificar la integración física de Brasil y Perú. Hay varias opciones para explorar el transporte multimodal en la región. La cuenca del río Amazonas, que se extiende por más de 6,000 km, conecta el Océano Atlántico con el este del Perú. Desde Iquitos a Belén se puede navegar durante todo el año con embarcaciones más grandes, llegándose a los puertos peruanos en el Océano Pacífico por medio del terminal en el río Yurimaguas, donde se requieren obras de dragado que permitan la navegación de barcos de gran calado, pero aquí hay un potencial para explotar, más allá, claro, de la ruta interoceánica Brasil-Perú, la cual vincula las regiones este y sur del Perú con los estados de Acre y Rondônia”, detalló.
Sobre cooperación en el sector salud, el diplomático recalcó que Brasil “está listo para compartir su experiencia y know-how con Perú para que este también tenga un sistema universal de salud". Desde 1988, con la última Constitución brasileña, el vecino país tiene un Sistema Único de Salud (SUS) que brinda cobertura a todos los brasileños. “Es un sistema completo que tiene sus desafíos, pero me parece que funciona bien. Por iniciativa del Gobierno peruano, estamos en este proceso de establecer proyectos de cooperación entre los dos países”.