La economía peruana arrancó con un crecimiento fuerte en abril: el producto bruto interno (PBI) aumentó 5.3%. Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research, recuerda que ese mes se vio cifras favorables para pesca y agricultura, así como cierto dinamismo en los puestos de trabajo formales en el sector privado.
“Empezó bien el segundo trimestre, con un crecimiento de 5.3% (en abril). Destacó el crecimiento del sector agropecuario, pesca, manufactura. Esto ha estado explicado por la disipación de las anomalías climáticas. Como cuatrimestre, el crecimiento del PBI se ubicó en 2.4%. Pesca ya empieza en positiva y sectores no primarios crecen 2.1%”, anota Perea.
Otros indicadores: la inversión pública creció más de 11% en abril y más de 40% en mayo; y el mes pasado, el indicador de consumo en tiempo real se ha mantenido creciendo de manera importante.
¿Qué tan sostenible es el contexto? El economista refiere que hay indicadores que permiten ser relativamente positivos para el segundo trimestre, pero “también hay elementos que van a dejar de empujar o inducir un buen resultado o dinamismo de crecimiento económico”. Por ejemplo, detalla, los efectos de la normalización del clima se van a ir disipando en los próximos meses. Además, aún hay un entorno de incertidumbre por el lado externo e interno por el tema político.
Para el segundo trimestre, el BBVA Research proyecta una expansión de 4% del segundo trimestre.
Déficit fiscal. La previsión del BBVA Research actualmente es 2.5% del PBI para este año, similar a la que espera el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), pero hay sesgo a que sea mayor. “Esto implica incumplimiento incluso a la trayectoria que está planteando el Gobierno”, dice Perea. Hacia adelante, subraya, los riesgos siguen latentes: que nuevamente hayan medidas de carácter populista, que generan más gastos, nuevas exoneraciones, nuevas deducciones que complican. A mediano plazo, el promedio, alrededor de 2%.
Cifras de mayo. Aunque no adelantó la cifra, el BBVA Research estima que el mes pasado la economía haya crecido, pero a un menor nivel del alcanzado en abril (5.3%).
Factores para tomar en cuenta
El banco revisó al alza su proyección de crecimiento desde 2.7% a 2.9% para este año. ¿Qué factores tomaron en cuenta?
Un punto clave, desde el lado externo, son los “vientos de cola” por el lado del precio de la exportación. Aunque, dice Perea, conforme se disipan algunos de los problemas de oferta, el precio del cobre se corrige a la baja a lo largo de este año y, en menor medida, el próximo; temas como la reconversión energética le darán soporte al precio.
“El (precio del) cobre avanzó de manera importante, más o menos 14%; oro, un 13%; y zinc, un 3%. Más allá de la coyuntura actual, el precio del cobre encuentra soporte hacia adelante por la reconversión energética, los centros de Inteligencia Artificial, y mayor gasto militar que -lamentablemente- vemos en los últimos años. Además, la oferta de cobre se mantendrá relativamente limitada”, subraya el economista.
Dicho esto, sube el estimado del precio del cobre desde US$ 3.83 a US$ 4.26 por libra. A corto plazo, Perea remarca que esto ayudará a recuperar la recaudación fiscal, reducir en algo el déficit fiscal, moderar las presiones del mercado cambiario, entre otros. A mediano plazo, beneficiaría a la inversión y producción minera.
Otro factor a tomar en cuenta es la normalización de las condiciones climáticas. Aunque, recordó que el Enfen dio alerta por La Niña.
Del lado político, para el banco, el Poder Ejecutivo se ha debilitado aún más y no contiene propuestas económicas del Congreso que son contraproducentes.
En su proyección, se considera que la mayor debilidad del Ejecutivo aumenta riesgos de medidas populistas adicionales y que evntualmente se adelanten elecciones (pero la probabilidad de este escenario es algo mayor ahora). “Como resultado, más incertidumbre política hacia adelante (con respecto a lo previsto en nuestro reporte anterior)”, destaca.
Un tema que también se ha revisado y considerado como palanca para este año es el séptimo retiro de los fondos previsionales. Se espera que apoye el consumo y PBI este año. “El impacto sobre el crecimiento económico, entre 0.4 y 0.5 puntos porcentuales del PBI. No es un impacto menor. Eso ayudará al crecimiento del presente año”, resalta.
Así también se suman tres proyectos que, de cierta manera, mueven la aguja positivamente: el proyecto de Chavimochic III (ya se encuentra bajo el mecanismo de Gobierno a Gobierno); Reposición Antamina; y Anillo Vial Periférico.
A lo mencionado, dice Perea, si se suma una eventual consolidación de la mejora reciente de las confianzas también daría soporte a la actividad económica.
“Con ello, la revisión fue al alza de 2.7% a un 2.9%. Esto, por el impacto del fondo de pensiones principalmente, mejoras en el contexto externo y mejoras en condiciones que fomentan gasto privado: descenso de inflación y de las tasas de interes”, apunta.
Los próximos años
Para el 2025, el BBVA Research ajustó a la baja su proyección de 2.9% a 2.7% “porque se disipa el efecto del retiro de fondos de pensiones, principalmente”.
“Hay un entorno que donde eventualmente podrían darse las elecciones. Además, se disipan los retiros de los fondos de pensiones; también se disipa el impacto de la normalización de las condiciones climáticas. Este año empuja, el otro ya no. Esto sugiere una moderación (del crecimiento). De otro lado, no te caes tanto (en el 2025) porque algunas condiciones deberían mejorar: reducción de tasas de interés, el impulso de las materias primas. Eso te va a ayudar a sostener un crecimiento cercano a 3%”, dice.
Para el 2026, se avizora un 2.7% de crecimiento. En línea con lo que ya Gestión ha venido informando, el banco se une a otras consultoras y analistas que esperan menos de 3% hasta el término de este Gobierno.
Para el mediano plazo 2026-2029, el promedio es de 2.7%. “Es un crecimiento bajo si queremos reducir pobreza”, destaca. ¿Existen oortunidades para acelerarlo? La manera es definitivamente pasa por mejorar el contexto político y reforzar la institucionalidad del país, resalta.