Efecto cadena. La paralización permanente de proyecto minero MMG Las Bambas, que contribuye con el 1% del PBI en Perú, y cuyo conflicto social en Chumbivilcas podría generar más incertidumbre respecto a otros dos futuros proyectos extractivos en la región -Los Chancas y Haquira-, traería como consecuencia también que las brechas sociales en Apurímac tomen más tiempo en reducirse.
En el 2017, cuando Las Bambas ya operaba, la región Apurímac emitió un Plan de Desarrollo Regional con un horizonte al 2021, en el que anunciaban la ejecución de proyectos por más de S/ 1,767 millones para cerrar brechas sociales, principalmente en lo relacionado a educación, desnutrición, salud y saneamiento-, que serían financiados, en gran parte, con las regalías mineras -que se estiman en S/ 1.5 millones por día, que son distribuidas entre el gobierno regional y municipalidades-. Sin embargo, el 50% de dichos proyectos no ha logrado cumplirse.
“Son diversos factores que no han permitido que dichos proyectos se completen, entre ellos, la falta de capacidad de gasto de las autoridades en el período antes del 2020. Si unimos a esto el cierre de las operaciones mineras, este 50% de obras que falta concluir simplemente quedará paralizado o no podrá siquiera comenzarse”, explicó el presidente del Comité de Construcción de la Cámara de Comercio de Apurímac, David Pastor.
Según el Ceplan, es el sector Educación el que tiene la mayor brecha en la región analizada, con un 87%, seguido del sector Desarrollo e Inclusión Social, con una brecha de 71%. “Las brechas de los sectores Salud y Vivienda, Construcción y Saneamiento, no son menos significativas, con valores de 69% y 37%, respectivamente”, detalla el documento Diagnóstico de Brechas 2020.
Y el panorama se agravaría más porque para el 2022, las autoridades y también las dos universidades - Universidad Nacional Micaela Bastidas y Universidad Nacional José María Arguedas- contaban con el canon que comenzarían a recibir.
“Tenemos el Hospital de Andahuaylas paralizado hace más de ocho años, luego el problema en el hospital Guillermo Díaz de la Vega (destrabado hace poco); y en cartera existen otras centenas de proyectos, entre ellos, el asfaltado de las vías que permitirán la conectividad entre las siete principales provincias para dinamizar la agricultura y ganadería. Tenemos geografía complicada y necesitamos calidad en las vías”, aseguró.
Y en esa línea, señaló que de no continuarse con obras públicas, el sector construcción en la región podría contraerse en 30% para el 2022; considerando que la construcción privada es escasa, y los proyectos inmobiliarios incipientes. Pero, “incluso en un panorama positivo, podríamos tener problemas con la capacidad de gasto porque no existe un nuevo plan de desarrollo que encamine a la región”.
En la víspera (martes), la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) exhortó a las comunidades campesinas de Chumbivilcas a levantar el bloqueo de las vías que impide la libre circulación de los camiones con la carga minera de Las Bambas porque de lo contrario, dijo que “el Estado estará en serios problemas”. Dichas comunidades indicaron que evaluarían el “ultimátum” y tendrían una decisión en las próximas horas.
Afectación al empleo
Por su parte, Edward Palacios, presidente de la Cámara de Comercio de Apurímac, sostuvo que los ingresos del 70% de la población económicamente activa (PEA) de la región depende de la actividad privada, de ese total, el 30% trabaja en el sector minero, por lo que de continuar la paralización de Las Bambas se afectaría también la capacidad económica de la población.
Así, entre las actividades que también se verían afectadas están los hoteles y servicios que tienen contratos con la compañía. De continuar la paralización de las operaciones en la unidad minera, se advierte de mayor desempleo para enero del 2022.