A un mes de la invasión rusa a Ucrania, sus efectos empiezan a sentirse agudamente en los hogares peruanos pese a que el Gobierno mencionó al inicio del conflicto que se podrían mitigar los impactos; sin embargo, el fuerte aumento de los precios del fertilizante y combustibles han encarecido varios productos de la canasta básica, principalmente los alimentos.
El gobierno ha comenzado a reaccionar parcialmente al problema. En la víspera (miércoles) anunció algunas medidas para que los hogares más pobres y comedores populares no se vean afectados con el precio del balón de gas. Para los transportistas, se incluirá al Fondo de Estabilización la gasolina de 84 y 90 octanos, así como el gasohol de 84 octanos por tres meses.
¿Y en el caso de los alimentos? Escuetamente, el premier Aníbal Torres mencionó que “próximamente” comenzaría a repartirse guano de isla y se compraría otros fertilizantes para asegurar la producción agrícola pero sin dar más detalles. Ello en un contexto en el que la importación de urea -del cual el mercado peruano depende en casi un 70% de Rusia- y otros derivados se ha reducido en lo que va del año y el precio se ha disparado de US$ 371 a US$ 875 la tonelada al 22 de marzo.
Al encarecerse el principal insumo de uso agrícola -los fertilizantes- muchos agricultores optarán por, o bien reducir su producción manteniendo constante sus costos, o bien reducir el uso de insumos manteniendo su área de producción. “En ambos casos, el efecto final es el mismo: reducción de la disponibilidad de los alimentos para uso interno y un fuerte incremento en los precios”, explicó Miguel Pintado, economista e investigador del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes).
Este impacto será notorio, considerando que la participación de los alimentos en la canasta básica de los peruanos pesa casi un 25%.
“Si bien el maíz y el trigo ya venían subiendo, con el conflicto en Europa todo se ha agudizado. En algunos casos, algunas hortalizas y tubérculos, como la papa, van a batir récord de precios de los últimos cinco años y otros incluso, de los últimos diez años (como el caso del azúcar rubia)”, proyectó.
Ya en su último Reporte de Inflación, el Banco Central de Reserva (BCR) informó que el precio de la papa -por ejemplo- se incrementó y que dicha alza, además de estar relacionada por la menor oferta debido a las alteraciones climáticas en la sierra central; se sumó la menor aplicación de fertilizantes, por el encarecimiento de estos insumos desde mediados del 2021.
La entidad mantiene que para este 2022 existen componentes que generan presiones al alza en la inflación, entre ellos, la invasión rusa a Ucrania y que recién para mediados del próximo año la inflación se ubicará dentro del rango meta. Pese a ello, advierte que para el 2023, los precios internacionales de los insumos de los alimentos se mantendrán elevados.