Este año, el mercado internacional mirará aún con más interés las aceitunas peruanas debido a que España, el principal exportador de aceite de oliva del mundo, vive una campaña de cosecha históricamente mala. Esta situación podría llevar a los comercializadores de aceite de oliva y de aceitunas para mesa a pujar por abastecerse de la producción nacional, sostiene Manuel Morales Ordóñez, presidente la asociación Pro Olivo.
“Va a ser como una subasta, una competencia entre los comercializadores de aceitunas y los de aceite de oliva. Al final, el comprador que ofrezca más va a quedarse con las aceitunas”, dice Morales. Un resultado positivo sería una recuperación parcial (del 10%) de los precios, que el año pasado cayeron 20%.
De acuerdo con las estimaciones de la prensa española, la cosecha de aceitunas en dicho país alcanzará solo la mitad del volumen que se logró obtener en la campaña del año pasado. Morales considera que, por dicha razón, España y otros países se verán en la necesidad de comprar mayores volúmenes del fruto para elaborar aceite de oliva. En nuestro país, el 90% de la producción total de aceitunas corresponde a la variedad criolla, que principalmente se vende para mesa, pero también puede emplearse para la producción de aceite de oliva de buena calidad.
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No obstante, la exportación de aceitunas en el Perú a duras penas podrá alcanzar los niveles de la campaña del año pasado, puesto que las variedades predominantes en el país se caracterizan por una alternancia en su productividad: cada año de grandes cosechas, como el 2022, es seguido de un año de muy bajo rendimiento. Así, los volúmenes de cosecha serán 40% o 50% menores que los de la campaña anterior. Sin embargo, los stocks disponibles son suficientes para evitar una caída de las exportaciones este año con respecto a las del año pasado, que sumaron unas 47,000 toneladas valorizadas en US$ 57,699,712, señala Pro Olivo.
Nuevas estrellas
El aceite de oliva ya había cobrado un especial protagonismo el año pasado, cuando el mercado internacional empezó a demandarlo más debido a una caída del suministro de aceite de girasol a causa de la invasión rusa a Ucrania.
A diciembre de 2022, los envíos peruanos de aceite de oliva ya representaban el 12% de las exportaciones del sector olivícola, en tanto que cinco años atrás concentraban solo el 6%. A lo largo del año pasado, se llegó a exportar alrededor 3000 toneladas por el valor de US$ 8,626,422. Por esta razón, más productores decidieron invertir en maquinaria para la producción de aceite de oliva.
En relación con la aceituna de mesa, la variedad que goza de mayor potencial es la Manzanilla, la más demandada por los mercados del hemisferio norte, que también pagan precios más altos por estos frutos, indica el presidente de Pro Olivo.
En la actualidad, la variedad Manzanilla representa el 10% de las exportaciones de aceitunas de mesa, que corresponden a alrededor del 5% de los cultivos de olivo, puesto que este tipo presenta un nivel de productividad más estable que otras. Asimismo, Morales estima que este año los cultivos de esta variedad podrían incrementarse hasta abarcar el 10% de la totalidad.