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Tania Quispe, ex superintendente de Sunat, formó parte de un conversatorio organizado por Connectax con varias autoridades del derecho tributario de alrededor de America Latina, en el cual aportaron varias ideas para ayudar a las empresas a reducir costos y riesgo tributario frente a la actual crisis económica.

El panel de expertos indicó que, debido al gran gasto por parte de los Estados en esta crisis, las autoridades fiscales estarán pendientes de las acciones de las empresas para poder cobrar tributos donde las empresas manejen mal sus cuentas, por lo que dieron las siguientes sugerencias:

1. Reestructurar las relaciones comerciales y apostar por una simplificación operativa

Quispe explicó que las relaciones que se manejen a futuro no pueden permanecer como lo estaban anteriormente.

Frida Medrano, de la Inter-American Center of Tax Administration, comentó al respecto que es necesario que las empresas “reduzcan la escala de sus operaciones”, buscando reubicar plantas y procesos para poder generar la menor complicación posible, puesto que el mercado está en mucho movimiento, llevando a posibles complicaciones con tasas de interés y sobrecostos al complicar las relaciones que se tienen en la actualidad, por lo que se debería apostar por contratos con clientes específicos que maximicen utilidades sin generar relaciones sobrecomplicadas.

En ese mismo sentido, Carlos Pérez Gómez, administrador central de fiscalización de Precios de Transferencia del Servicio de Administración Tributaria de México, indicó que las empresas debían realizar una “simplificación operativa” ya que esto llevaría a minimizar posibles riesgos fiscales y de variaciones del mercado.

Entre lo propuesto por los panelistas se encontró la identificación de servicios esenciales, para poder evaluar cuales servicios debían mantenerse y que otros no, así como la posible terciarización de varias funciones que antes se manejaban con empresas vinculadas y la posibilidad de optar por no pagar por el uso de intangibles a empresas vinculadas.

2. Tener un plan escrito sobre la reestructuración a realizarse

Además de reestructurar las operaciones existentes, Quispe señaló que era de tremenda importancia documentar esta reestructuración “desde el momento 0”, debido a que la Sunat podría estar buscando como fiscalizar de mayor manera estas reestructuraciones si no se realizan de manera bien documentada.

De acuerdo a Quispe, es importante “tener un plan” y “cumplir con lo que dice el plan”, puesto que “hay que poder demostrar que nuestro plan esta sustentado en documentación y en hechos” ante la Sunat, quienes podrían cuestionar la validez de la reestructuración.

Jose Luis Galindez, consultor en la Inter-American Center of Tax Administration, comentó al respecto que las empresas deben ver como extremadamente necesario contar con documentación acerca de la contratación de servicios, ya que la administración puede pedir esta información. “Hay que poder probar la necesidad de los servicios y que realmente fueron prestados”, aseguró.

3. Variar las tasas de interés que se mantienen en los contratos actuales

Tania Quispe además explicó que, debido a los movimientos del mercado internacional, las tasas de intereses variarán, lo cual debería llevar a que las empresas tengan que “renegociar y modificar sus contratos”.

Quispe señaló que esto también incluye la renegociación contractual con las empresas vinculadas.

“Además de la variación de tasas de interés como consecuencia del mercado, los problemas de liquidez deberían llevar a revisar nuestras políticas de financiamiento”, indicó Quispe.

“Habrá que revisar los contratos actuales que tenemos con nuestras empresas vinculadas”, comentó, “Tenemos que ver como redefinir ese contrato y ver si va a ser necesario otorgar periodos de gracia a los deudores, si se van a rehacer estos contratos con las mismas condiciones, si vamos a cambiar las tasas de interés”.

Quispe señaló que, de no hacerse, las empresas deben tener una justificación para esto.

4. Optar por el “cash pooling”

Quispe señaló que, para mejorar los contratos de financiamiento dentro de un mismo grupo empresarial, se podía optar por la figura del “cash pooling”, el cual asegura generaría “eficiencia para todo el grupo” ya que compensa la falta de ingresos de una empresa con las ganancias por encima de lo previsto de otra y le permite a empresas a acceder a créditos con tasas menores.

El cash pooling es una figura la cual permite a varias compañias combinar sus posiciones de crédito y débito en una sola cuenta, balanceando las cuentas de todas las empresas de un grupo en conjunto.

Quispe señaló que usar un cash pool llevaría a que “no se necesitaría tener una garantía explicita en ciertos contratos con financieras, porque se sabe que la empresa matriz responderá por las deudas de sus empresas más pequeñas, por ser la mamá”, llevando a tasas de interés más bajas para las empresas más pequeñas del grupo.