Hay imprevistos por los que suelen atravesar las personas y que les imposibilita cumplir con las obligaciones financieras que han adquirido.

En estos casos, para no caer en mora y tener una mancha en su historial crediticio, pueden acudir a la institución financiera, explicar su situación y solicitar un cambio en las condiciones de su contrato que le dé un respiro para salir de ese bache económico. Una de estas alternativas son los periodos de gracia.

Jorge Carrillo, Profesor de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico (UP), nos explica en qué casos conviene solicitar estos periodos.Un periodo de gracia es un plazo que otorgan las entidades financieras en el que se paga la cuota completa de un préstamo.

Existen dos tipos de periodos de gracia. El primero se aplica en la banca de empresas, donde sí hay un pago mensual durante el periodo de gracia (en el que se paga todo menos capital). Es decir, se pagan intereses, comisiones, gastos y seguros.

El otro tipo es el que funcional más en personas naturales, llamado periodo de gracia cero. El cliente no va a pagar monto alguno hasta la fecha ordinaria de su cuota, pero en este caso, al no pagar ni intereses, ni comisiones, ni seguros, el capital adeudado va a aumentar, se va a capitalizar esa deuda y, por lo tanto, la cuota final será más grande.

Usualmente, los bancos otorgan hasta dos meses de gracia, lo que implica que la cuota se pueda pagar hasta 90 días después del desembolso del préstamo. Ahora hay créditos especiales como para estudios, en los que los periodos de gracia podrían llegar hasta 24 meses.

A tomar en cuentaSi piensa pedir uno, primero debe evaluar si realmente necesita el periodo de gracia y, en segundo lugar, tener claro que va aumentar la cuota, cuando retome sus pagos. Además, debe calcular exactamente cuánto va a aumentar la cuota para ver si sigue valiendo la pena pedir ese plazo.

Muchas veces si el banco le ofrece pagar una cuota después de 90 días, por ejemplo, uno suele pensar que le va a perdonar los intereses y no es así. La cuota va a crecer. Entonces, lo que habría que preguntarse primero es si es necesario ese periodo de gracia.

¿En qué casos conviene?Los periodos de gracia deberían pedirse en los plazos en los que algún cliente tenga un problema de liquidez.

Para un microempresario que necesita dos o tres meses para estabilizar su negocio, sí tendría sentido pedir un periodo de gracia, porque necesita de algún aire para levantar el negocio.

Para una persona natural, que no tiene un negocio y está en un mes típico, no tiene mucho sentido, salvo que sean meses críticos de problemas de liquidez. Por ejemplo, en febrero, cuando uno tiene que pagar matrículas, uniformes, tendría cierto sentido pedir periodo de gracia por un mes.

Por ejemplo, si se saca un préstamo de S/5,000 a una tasa de 36% anual y a 24 meses, la cuota aproximada es de S/ 293. Si uno pidiera dos meses de gracia, es decir, pagar la primera cuota dentro de 90 días, cada cuota se incrementaría alrededor de S/16, que representan casi S/400 durante todo el plazo del crédito, solo por ese periodo de gracia.

La pregunta que se debe hacer uno es: ¿vale la pena no pagar dos meses de mi crédito si al final voy a tener que pagar S/400 más?