Si una empresa busca financiamiento en base a sus cuentas por cobrar, puede hacerlo vía el factoring (facturas negociables) o el descuento de las letras de cambio.
Ambos son títulos valor con similitudes, pero también tienen algunas diferencias.
El factoring permite obtener financiamiento a las empresas proveedoras de otras y que aún no han recibido el pago por la venta de sus productos o servicios.
A través de este mecanismo, la empresa que emitió una factura -pendiente de cobrar- puede negociar este documento con una empresa de factoring o entidad financiera para recibir liquidez de inmediato, con un costo o tasa de descuento.
Por su parte la letra de cambio es un documento donde se registra el compromiso de pago entre dos empresas o personas.
El proveedor puede usar la letra de cambio para acudir a una entidad financiera, la cual le adelantará liquidez pero aplicando también un descuento.
No obstante, antes de concretar la operación, hay un paso que diferencia a las dos alternativas mencionadas.
Dilma Aranda, subgerente de proyectos de Cavali, explica que en el caso del factoring la normativa establece que el deudor final de la factura solo cuenta con ocho días hábiles para dar su conformidad o disconformidad sobre la factura pendiente de pago, luego de ser notificado por la entidad que dará el financiamiento del factoring.
“Si transcurrido ese plazo no se pronuncia, se aplica la presunción de conformidad”, subraya Aranda. Es decir, tras ese plazo, ya se puede aplicar el factoring.
En cambio la normativa del descuento de la letra de cambio no ha fijado plazos y se requiere que el deudor de su conformidad. Mientras ello no ocurra, no se podrá concretar la operación.
“Si hacemos un comparativo podríamos decir que la factura negociable tiene cierta ventaja, pues al proveedor (el que busca el financiamiento) le conviene que haya un límite de plazo (para tener la conformidad)”, remarca la especialista.
Descuento
Aranda indicó que en el caso del factoring las tasas de descuento varían entre 1% a 3% mensual. “Antes las tasas eran mayores. Ha habido una disminución en el tiempo”, refirió.
Agregó que la tasa a fijar dependerá del tipo de cliente que tenga el proveedor.
“Si el cliente es una empresa top, la tasa de descuento puede ser muy atractiva, pues el riesgo del pagador es bajo”, anotó.