Cajas municipales podrán emitir tarjetas de crédito sin autorización del regulador tras primera aprobación del Pleno del Congreso, las cuales implicarán menores costos.
Los cuatro bancos más grandes concentran alrededor del 80% de las tarjetas de crédito del mercado, pero cuando no hay mucha competencia las tasas son altas, dijo Jorge Solis, presidente de la Federación Peruana de Cajas Municipales de Ahorro y Crédito (FEPCMAC).
El ingreso de las cajas en la oferta del plástico debería permitir que bajen las tasas de interés, “lo importante es abrir la cancha y que haya más jugadores en el mercado”, señaló.
Según un estimado de las cajas, las tasas de interés de sus tarjetas de crédito oscilarían entre 22% y 28%, casi la cuarta parte de la tasa que cobran los plásticos emitidos por la banca, que superan el 80%.
Para Yang Chang, docente de Finanzas de la Universidad de Piura, este bajo costo tiene una estrategia acotada de implementación detrás, un proceso restringido, enfocado en los clientes antiguos y con buen performance dentro de la cartera crediticia.
“Meterse abiertamente al mercado de tarjetas, de forma masiva y no segmentada, sería darse un tiro al pie; es exponer su capacidad de gestión a un riesgo amplio”, alertó.
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Si bien los plásticos no tienen las mismas características que un préstamo de consumo, el otorgamiento de las tarjetas de las cajas ediles será acotado pero escalable en el tiempo, coincidió Solis.
Además, comentó, que el cliente no tenga que acudir a otras entidades para contar con una tarjeta reduce el peligro y permite administrar mejor el endeudamiento del cliente.
Hay clientes que manejan líneas de crédito con una caja y tienen tarjetas con la banca, que también representa deuda; es menos riesgoso si el cliente tiene estos productos en una sola entidad, agregó.
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Además, Chang mencionó que la ganancia de la tarjeta de crédito no necesariamente está en la tasa que cobra pues aquellos usuarios que conocen el funcionamiento de su plástico se liberan de este pago de intereses.
El nicho está en el porcentaje que gana el emisor de la tarjeta por cada consumo con el plástico en comercios o servicios, aquí deben estar apuntando las entidades financieras, añadió.