El índice de precios al consumidor continua una tendencia alcista y aun no da indicios de retroceder.
Para comparar la inflación de Perú con la de Colombia, Chile, México o Ecuador se debe utilizar la inflación nacional, pues la cifra de Lima Metropolitana, que está por debajo del del promedio, genera una idea errada de que el alza de precios no es un problema en el país y sí lo es, dijo a Gestión el economista Juan José Marthans.
En Perú hay 26 ciudades referentes para el cálculo de la inflación y Lima Metropolitana es una de las más bajas, agregó el director del área académica de Economía del PAD de la Universidad de Piura.
Así, refirió que bastaría una variación mensual de precios de 1.3% para alcanzar una inflación de doble dígito a nivel país, valla (doble dígito) que ya superan por lo menos 10 de las ciudades que se utilizan para el cómputo del indicador nacional.
Según Marthans, es poco probable que esta tendencia se contraiga en el corto plazo porque la evolución de índice de precios al por mayor viene siendo de dos dígitos desde hace unos meses.
El indicador al por mayor es un predictor de la evolución de la inflación retail, mientras no se retraiga la dinámica de dos dígitos del primero, el cálculo del IPC difícilmente bajará, agregó.
Además, sostuvo que las expectativas siguen una tendencia creciente en términos inflacionarios; lo que lleva a pensar que este factor psicológico que acompaña a la inflación lo está retroalimentando y hace más difícil que el indicador retorne al rango meta pronto.
En esta línea, Marthans sugiere que “los peruanos, sin duda, deberían estar preparándose para una inflación de doble dígito, sobre todo, para enfrentar una situación delicada en términos alimentarios”.
Indicó que dentro de la canasta básica hay tres grandes sectores que ya superan esta cifra que son alimentos y bebidas, transporte y energía, electricidad y gas; lo que muestra que la inflación castiga más a los sectores más vulnerables del país.
El sector agrícola está acompañado de problemas mayores como la escasa disponibilidad de granos a nivel mundial como consecuencia del conflicto entre Rusia y Ucrania y la escasez de fertilizantes e incremento de precios a nivel internacional, por la misma razón, precisó.
A esto se une el deterioro de la capacidad de gestión ocasionado por designar al frente del sector público a gestores que poco o nada saben sobre el sector agrario, manifestó.
“Si esto sigue así, el gobierno deberá asumir la responsabilidad de la poca disponibilidad de recursos agrícolas en el país, así como el incremento en su precio; si la inflación en adelante se acentúa para los más pobres, miren al presidente de la república y a su ministro de agricultura quienes serán los grandes responsables de este posible gran deterioro a nivel alimentario en los próximos meses”, advirtió.