Los créditos hipotecarios en dólares continúan una tendencia a la baja desde hace más de una década.
Así, el índice de dolarización de los créditos hipotecarios bajó a 9.2% en abril, luego de haber alcanzado niveles del 33.9% en 2014, según datos del Banco Central de Reserva (BCR).
Especialistas coinciden en que una elevada participación de préstamos en moneda extranjera en la cartera hipotecaria implica riesgos para la economía peruana, los cuales se asocian a la vulnerabilidad del presupuesto tanto de los deudores como de las entidades financieras.
Los deudores han estado calzando sus ingresos con sus gastos en los últimos años; las ventanas de oportunidades con un tipo de cambio bajo se han cerrado, señaló Edmundo Lizarzaburu, docente de la Universidad Esan.
Comentó que si bien hace unos 10 años se encontraba un billete verde cercanos a los S/ 2.63, luego empezó un sendero al alza que incluso alcanzó los S/ 4.10 el año pasado, incremento constante que llevan al ciudadano a evaluar mejor la situación y endeudarse en la moneda de sus principales ingresos, tomando en cuenta que es un plazo largo.
Esto porque mientras más se deprecia el sol frente al dólar afecta la capacidad de pago de aquellos que ganan en moneda nacional, que necesitan más soles para cumplir con su cuota, agregó.
Por su parte, el BCR menciona que los menores niveles de dolarización de este financiamiento incrementan la fortaleza del sistema financiero ante choques externos, como la reciente pandemia a nivel globa, que generan elevada volatilidad en el tipo de cambio.
Los temores de recesión son más latentes hoy que antes, el mercado de EE.UU. esta contraído y Europa está teniendo dificultades, la prolongación de la guerra entre Rusia y Ucrania afectan a todos agentes, refirió Lizarzaburu.
“Por tanto, los bancos están viendo la forma de reacomodar sus portafolios, hacer que calce el activo y pasivo, en moneda y plazo; es aquí que entran los créditos hipotecarios”, acotó.
De acuerdo con analistas, el sistema financiero también está contribuyendo con esta reducción de la dolarización en las hipotecas pues cada vez van quedando solo aquellos deudores cuyas ganancias son en dólares o tienen ingresos elevados como para soportar la oscilación del billete verde en algunos periodos.
Por un lado, esta búsqueda de que los clientes representen un bajo riesgo de incumplimiento y, por otro, el interés de los solicitantes por calzar sus deudas con la moneda de sus ingresos, estaría armando el camino a una ‘extinción’ de las hipotecas, es decir, a niveles mínimos.
Para el docente, el retroceso de los niveles de dolarización no sería tan pronunciado en los siguientes años pues algunas condiciones de los inmuebles han sido modificadas, lo que podría sostener parte de la demanda de productos hipotecarios en dólares.