Con el objetivo de conseguir más suscriptores, los gigantes de las plataformas de “streaming” invierten sumas masivas en el reciclaje de antiguas series de éxito, una tendencia que tiene aires de “déjà vu”.
Los años 1990 tuvieron “El príncipe de Bel-Air” y en 2022 habrá su secuela, “Bel-Air”. La plataforma Peacock (del grupo NBCUniversal) propone una nueva versión esta serie de culto que dio a conocer a Will Smith.
Lo mismo sucede más o menos con “Cómo conocí a tu padre” --difundida por Hulu--, una versión de la famosa serie de los años 2000 “Cómo conocí a tu madre”. O con “House of the Dragon”(en HBO Max), creada a partir del universo de “Juego de tronos”.
“Frasier”, “Sangre verdadera”, “Lindas mentirosas”... Ya sea a través de un “spin-off” (la historia de un personaje secundario de una serie), un “reboot”, (una serie que regresa con un nuevo elenco y a veces una trama un poco diferente) o una “precuela” (cómo los personajes llegaron hasta allí), el reciclaje triunfa.
“Guerra de contenidos”
Esta técnica, que consiste en declinar hasta el infinito un “blockbuster” y que hasta ahora sólo ocurría en el cine, está multiplicándose en la pequeña pantalla.
A finales de 2021 se estrenó el episodio de “reencuentros” de la famosísima serie “Friends”, o la nueva temporada de “Sexo en la ciudad”. Ambas están en HBO MAX (filial de WarnerMedia), que en otoño lanzó su despliegue en varios países de Europa.
“Estamos viendo una auténtica guerra de contenido entre las plataformas”, dice a la AFP Jean Chalaby, sociólogo de medios en la City University de Londres.
Netflix, Amazon Prime, Disney, HBO Max, Apple TV+... Todos quieren su parte de pastel, en un sector que hace furor con la crisis sanitaria. Pero, ¿hay lugar para todos? “El público no es infinito y no tiene los medios para acumular tres o cuatro suscripciones”, señala el experto.
Mastodontes vs “outsiders”
Es en este contexto que la idea de la secuela gana terreno. “Son un capital sobre el que apoyarse para ir a buscar nuevos suscriptores”, analiza Rajinder Dudrah, que enseña en el departamento de medios de la Universidad de Birmingham.
Estos posibles nuevos abonados sienten nostalgia se su juventud, señala a la AFP Andrew Connor, conferenciante en la Universidad de Edimburgo y que ha trabajado en el servicio de series de la BBC.
Según él, son las plataformas las que han pensado en el argumento emocional de volver a ver una serie de culto, y cita como ejemplo “Cómo conocí a tu madre”. “El público típico de la época era adolescente. Hoy son treintañeros capaces de pagar una suscripción a una plataforma”.
Y más, sabiendo que el modelo económico de estas compañías se basa en el número de suscriptores, que siempre tiene que aumentar.
Netflix, pese a sus 220 millones de clientes, tuvo un día negro en la bolsa el 21 de enero debido a las previsiones de crecimiento, que se consideraron no muy buenas.
Las secuelas también permiten limitar los problemas financieros. “Lanzar una nueva serie, cuesta mucho dinero y su éxito no está asegurado. Con una secuela, el riesgo casi desaparece”, asegura Chalaby.
Queda una pregunta. ¿La creación de series terminará bajo el peso de estos mastodontes? “Siempre quedará un lugar para la innovación”, vaticina Andrew Connor, para quien “la pandemia mostró que había lugar para los programa atípicos”.
De ahí, el éxito planetario del “outsider” surcoreano “El juego del calamar” o de la telenovela colombiana “La reina del flow”, que se ha colado entre el top 10 de una treintena de países.