AFP, por Stanislaw WASZAK.- "La dama del armiño", uno de los cuatro retratos femeninos conocidos de Leonardo da Vinci, pasó hoy a manos del Estado polaco en una operación que incluyó toda la colección Czartoryski por apenas cien millones de euros, varias veces inferior a su valor real de mercado.

"Con gran emoción puedo declarar que nosotros todos, ciudadanos de la República polaca, somos ahora propietarios de la colección Czartoryski", se congratuló Piotr Glinski, ministro polaco de Cultura, ante el príncipe Adam Karol Czartoryski.

El valor real de la colección, que contiene decenas de miles de objetos, entre ellos también el "Paisaje con el buen samaritano" de Rembrandt, es difícil de estimar y podría superar los 2,090 millones de dólares. Solo "La dama del armiño" está asegurada por más 350 millones, según los medios.

Tras unas negociaciones confidenciales entre el ministerio de Cultura y la Fundación Czartoryski, la colección – que incluye el cuadro pintado en Milán a finales del siglo XV- cambió de propietario en una ceremonia oficial en el Castillo Real de Varsovia.

La transacción sobre la colección, los inmuebles en Cracovia que pertenecieron a la fundación y las reivindicaciones sobre las piezas desaparecidas y eventualmente halladas en el futuro, se hizo como "venta y donación", precisó el ministro.

"En la vida uno hace lo que desea. Tenía deseos de hacer una donación y es mi elección", dijo el príncipe Czartoryski al ser interrogado sobre le reducido precio de la transacción.

Esta colección, una de las más antiguas y preciadas de Europa, fue fundada en 1801 por la princesa Izabela Czartoryska para reunir y conservar obras de arte polacas y europeas cuando su país estaba partido y ocupado por tres potencias vecinas.

Desde la caída del comunismo, pertenecía a la Fundación Czartoryski, fundada y presidida por el príncipe Adam Karol Czartoryski, y tiene su residencia oficial en el Museo Nacional de Cracovia.

El gobierno busca garantizar que la colección no abandone nunca Polonia, una posibilidad que existía mientras perteneciera a la fundación. Los herederos del príncipe, de 76 años, no tienen vínculos directos con el país centroeuropeo.

"La intención del ministro de Cultura es […] mantenerla en Polonia para las generaciones futuras", había indicado el ministerio en un mensaje electrónico enviado a la AFP.

La negociación secreta con el Estado provocó fuertes tensiones con el consejo de administración polaco de la Fundación, que reaccionó dimitiendo.

"El consejo no participó en las conversaciones, no tuvo ninguna influencia en la redacción del contrato ni en la decisión sobre el futuro de la institución tras su venta al Tesoro Público, ni en la determinación de su precio de venta que, según lo que dice la prensa, se aparta enormemente del valor real" de la colección, lamentó su presidente dimisionario, Marian Wolkowski-Wolski.

- Primer retrato moderno –

Considerado por la crítica como el "primer retrato moderno" por estar pintado en tres cuartos de perfil y con el sujeto mirando a un lugar fuera del cuadro, "La dama del armiño" representa con toda probabilidad a Cecilia Gallerani.

Amiga de poetas y ella misma poetisa, la joven tuvo una relación sentimental con Ludovico Sforza, duque de Milán, quien al parecer encargó el retrato a Leonardo.

El pequeño animal que la mujer sostiene en sus brazos podría ser una alusión al duque de Milán, condecorado con la Orden del Armiño.

"El armiño, símbolo de pureza, estaba representado en las armas del duque", explicó Grazyna Bastek, experta en pintura italiana en el Museo Nacional de Varsovia.

Este óleo sobre tabla "siguió siendo probablemente propiedad de Cecilia, quien se convirtió en la señora Bergamini, hasta su muerte en 1536. Lo que ocurrió con la obra durante los 300 años siguientes es un misterio, lo mismo que su adquisición por el príncipe Adam Jerzy Czartoryski hacia 1800" en Italia, señaló Bastek.

Tras múltiples periplos durante las guerras mundiales, robado por los nazis y hallado posteriormente en Baviera en la residencia de Hans Frank, exgobernador de la Polonia ocupada, el cuadro de Leonardo regresó definitivamente a Cracovia en 1946.