No solo las mujeres deben enfrentarse a los síntomas propios del embarazo. Los hombres próximos a convertirse en padres también pueden padecer náuseas, antojos y mareos. El síndrome de 'couvade' (término de origen francés que significa criar o incubar) afecta, precisamente, a hombres sanos que experimentan los síntomas propios del embarazo de sus parejas.

Especialistas cuentan que, a pesar de que se trata de una circunstancia común, no hay suficiente información al respecto, lo cierto es que las alteraciones que sufren algunos padres en su organismo podrían asociarse al estrés, ansiedad e incertidumbre que afrontan durante el periodo de gestación.

Según Todd B. Nippoldt, doctor de la Clínica Mayo en Estados Unidos, generalmente los síntomas se presentan entre el primer y tercer trimestre del embarazo. Y al igual que sus compañeras mujeres, ellos pueden sentir acidez, dolor de espalda, cambios de apetito, hinchazón, dolor de dentadura, cambios en el ciclo de sueño, ansiedad y depresión.

En efecto, de acuerdo a información recogida por el diario El Mercurio de Chile, algunos padres declararon sentirse más emocionales durante el embarazo de sus parejas. Es también probable que algunos experimenten sensación de asco y vómitos durante las mañanas.

Una relación cercana con la pareja y los deseos de involucrarse en el proceso pueden estar entre los factores que generan los síntomas, cuenta Daniela Becerra, psicóloga del Instituto Chileno de Terapia Familiar. Es preciso anotar, además, que los padres primerizos son más propensos a sufrir el síndrome de 'couvade'.

Depresión pospartoAl igual que los síntomas durante la gestación, los hombres también pueden atravesar depresión posparto. Al menos el 4% de los padres pueden atravesar un periodo de tristeza y desánimo luego del nacimiento de un hijo, según lo reveló un estudio de la Universidad de Oxford.

Pocos hombres deciden consultar a un especialista sobre el asunto. No obstante, la ansiedad, los cambios repentinos de humor, la irritabilidad, el deseo de alejarse del recién nacido están entre los indicios a tomar en cuenta.

El riesgo incrementa, dicen los especialistas, si él posee antecedentes depresivos previos y si su pareja está pasando por el mismo problema.