La nueva movilidad exige otro modelo de estaciones de servicio y democratizar los datos de las compañías para que los ciudadanos puedan calcular su ruta más fácilmente, según han explicado este miércoles dos ponentes de la segunda jornada del Global Mobility Call, organizado por IFEMA Madrid y Smohub.
El director del negocio Mobility and New Commerce de Moeve, Pierre-Yves Sachet, explicó a EFE que hay que entender al nuevo cliente de vehículos eléctricos, que demanda cargadores de alta potencia, una marquesina y pagar con todas las posibilidades posibles (tarjetas, apps), así como ofrecer servicios complementarios como baños, tienda o servicio de comida.
“Hacen que esta experiencia sea más amigable y fácil”, ha concluido. “Lo que intentamos hacer es acelerar, para que el cliente tenga sus necesidades de movilidad, sobre todo en largos recorridos, cubiertas”.
Una nueva movilidad más democrática
Por su parte, el fundador de Electric Vehicles Outlook, Roger Atkins, explicó que las tendencias de movilidad en Europa son “definitivamente” eléctricas, “pero tienen que ser más democráticas”, en el sentido de que deben alcanzar al mayor número de personas posible.
“Dar información a la gente” para calcular la ruta de transporte más óptima, “es el núcleo de las tendencias, porque entonces la gente puede elegir lo que funciona mejor”.
Así, a los empresarios les ha dicho que, “si vas a dar al consumidor lo que quiere, entonces vas a tener éxito en los negocios”.
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Lecciones de movilidad en Europa
Sachet y Atkins han participado en una mesa redonda sobre lecciones aprendidas en Europa y perspectiva de futuro en la movilidad sostenible, que ha tenido lugar en el Global Mobility Call.
Una de las conclusiones del debate es que España, que se encuentra a la cola en Europa en la transición hacia el coche eléctrico, necesita ampliar su red de puntos de recarga, sobre toda de carga rápida.
El propio Sachet ha expresado que aún hay temor de quedarse corto de batería, por lo que se debe multiplicar el número de puntos de recarga y ha añadido que, aunque España está avanzando en la transición hacia el coche eléctrico, aún lo hace a una tasa muy baja, inferior a la que se esperaba, ha agregado.
Sampo Hietanen, propietario de Aspectu Oy, ha citado el ejemplo de Noruega, donde se ha puesto en marcha un sistema de incentivos que ha permitido extender el uso de vehículos eléctricos y hace que el mercado siga funcionando, mientras que Maya Ben Dror, cofundadora de Coo Complexchaos, ha destacado a China, que tiene una manera distinta de gestionar su transición y lo hace de una forma muy bien coordinada.
En 2023, uno de cada cinco coches vendidos en el mundo era eléctrico, mientras que las entregas solo en el primer trimestre del presente ejercicio superaron todos las anuales de hace cuatro años y se estiman una ventas en torno a 17 millones en el conjunto del año.