La duquesa Catalina inició trabajo de parto a primera hora de esta mañana, el príncipe Guillermo está a su lado en la clínica St. Mary de Londres y alrededor del edificio monta guardia la prensa internacional. Y es que apenas se dio a conocer la noticia, se desató también la locura.
Además de cientos de reporteros, fotógrafos y camarógrafos, cada vez más curiosos se acercaron al hospital, donde en el pasado nació también el futuro papá.
Pero desde dentro no hay noticias: los duques de Cambridge quieren que su bebé llegue al mundo de la forma más normal posible. Aunque el nacimiento se anuncie con un cierto espectáculo en el palacio de Buckingham, donde se colocará un caballete con el aviso, los futuros padres pidieron que se respete su privacidad.
Desde Kensington, la residencia oficial de los duques, solo se sabe que el parto "avanza con normalidad". La pareja se trasladó en auto al hospital y hasta ahí llega la información confirmada.
El siguiente comunicado no se espera hasta que haya nacido el número tres en la línea de sucesión al trono. Según expertos, la opinión pública lo conocerá brevemente cuando Catalina abandone el hospital, pero después, se prevé que quede protegido por el círculo familiar.