Un estudio realizado por la Asociación Latinoamericana de Autocuidado Responsable (ILAR) reveló que la ampliación del acceso a medicamentos de venta libre generaría ahorros por más de 1,300 millones de dólares en los sistemas de salud.
El autocuidado de la salud por medio de medicamentos de venta libre, en sus indicaciones autorizadas, representa un elemento favorable para la eficiencia del sistema de salud, debido a su accesibilidad para grandes grupos de la población y sus costos relativamente bajos, como soluciones prácticas y de rápida implementación.
¿Qué se podría tratar con el autocuidado? el 50% de los resfriados comunes, diarreas agudas, candidiasis vulvovaginal y lumbalgia.
“Estos recursos podrían invertirse en intervenciones clave para la salud pública, como la vacunación de cerca del 10% de la población de América Latina y el Caribe”, indica la ILAR.
Al mismo tiempo, ayudaría a reducir el impacto del ausentismo laboral.
Hoy, las pérdidas anuales en productividad se estiman en más de US$ 4,600 millones; cifra que podría reducirse casi a la mitad (USD 2,500 millones), si se tomaran algunas medidas de fácil implementación.
“Con base en la experiencia de otros países, estamos convencidos de que la autogestión de la salud para condiciones simples y no graves, complementada con una mayor disponibilidad de medicamentos de venta libre, genera un impacto positivo en los sistemas de salud”, señala Juan Thompson, director general de ILAR.
Asimismo, agrega que una de las barreras para facilitar la comercialización de los medicamentos de venta libre es que en América Latina siguen utilizándose los términos automedicación y autoprescripción de forma errónea.
“Muchas veces se usan indistintamente, como si fueran sinónimos. Sin embargo, estos conceptos son muy diferentes y no deben confundirse: la autoprescripción es la práctica incorrecta del uso indiscriminado de fármacos que sí requieren de indicación o supervisión médica. En cambio, la automedicación con medicamentos de venta libre es reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una práctica de autogestion de la salud, siempre y cuando se garantice que los usuarios reciban la información necesaria para el uso adecuado de los productos”, comenta.
Autocuidado en pandemia
El estudio de ILAR muestra además que el 85% de peruanos que necesitaban tratar o prevenir alguna dolencia menor durante la pandemia consideró que el autocuidado era una alternativa relevante, dada las dificultades para acceder a la atención médica.
Cabe destacar además que durante la pandemia los pacientes implementaron medidas de autocuidado de la salud y adquirieron nuevas experiencias con servicios digitales como la telemedicina.
A nivel internacional, la crisis sanitaria por ocasionó que los sistemas de salud estuvieran sobrecargados y muchos proveedores de atención primaria fueron inaccesibles debido a los desafíos de la atención presencial. En este escenario, un 56% de los latinoamericanos suspendió sus consultas médicas y un 21% interrumpió tratamientos que requerían receta médica.
“La automedicación responsable, como uno de los pilares del autocuidado, implica el uso consciente de los medicamentos de venta libre; es decir, revisar las indicaciones que acompañan al producto, detener su consumo cuando los síntomas cesen y, de ser necesario, consultar con un médico”, precisa un estudios de la Agencia de Investigación Inception.
Por su parte, Mario Zúñiga, Competition & Markets Leader de EY Law Perú, señala que la experiencia internacional indica que cuando se permite la venta de medicamentos de venta libre en otros espacios diferentes a las farmacias brinda al consumidor mayor disponibilidad y acceso. “Todo ello sin impactos negativos relevantes”.
Asimismo, señala que el precio total de un producto incluye los costos de búsqueda en los que uno incurre para llegar a ese medicamento, por lo cual mayor disponibilidad puede significar un ahorro en términos de traslado o tiempo para los consumidores.